¿A dónde quiere llegar el
Gobierno?, teníamos las casitas de naipes, y aquel se está encargando de
destruirlas. Igual no se cimentaban sobre una base muy solida, pero vivíamos contentos,
no eran mansiones sino sencillas casas
con trabajos más o menos buenos, con nuestros salarios cortitos, pero habíamos acomodado
nuestras vidas a nuestros ingresos. Esto sucedía mientras los listos de la
clase estaban recalificando terrenos y petándolos de viviendas.
Los bancos daban créditos a
diestros y siniestros hasta que se vieron sin liquidez y con más devoluciones
de las que hubieran querido. Obraron negligentemente y posteriormente nos
responsabilizaron de todo, se escuchó la feliz idea de que habíamos vivido por
encima de nuestras posibilidades y se quedaron tan panchos.
Nadie se ha cuestionado si el
elevado número de políticos, asesores, cargos digitales, etc., son los
adecuados para la maltrecha economía del país, que no me cabe duda la han
provocado ellos, mientras nosotros nos levantamos cada día para cumplir con
nuestras obligaciones. Este es el crimen que hemos cometido los ciudadanos, a
los que se nos han tratado de responsabilizar de la crisis. Su burbuja
inmobiliaria, su afán insaciable de dinero, la corrupción de los 40 años de “democracia”
por parte de los nefastos gestores del país, eso no ha tenido nada que ver,
¿no?
Han hecho con nosotros lo que han
querido como si fuéramos muñecos de trapo, nos han ninguneado, nos han faltado
totalmente el respeto, nos han pisoteado y lo siguen haciendo, no dejándonos más
salida que la sublevación contra la necia imposición, contra la violencia e
injusto proceder de las acciones que está dictando el Gobierno. Debemos
aglutinarnos los ciudadanos para iniciar la lucha no violenta por la
consecución de una sociedad de valores y de bienestar. En manos de esta gente incompetente
a ellos les va muy bien, pero a nosotros nos están arruinando las vidas y la de
los que vienen detrás.
Ciudadanos, busquemos la forma de
reunirnos y de plantear acciones no violentas, pero insistentes, para reclamar
que el poder nos sea devuelto. Nosotros somos la mayoría, el poder ha de ser
nuestro por muchos motivos y el principal es que nosotros somos, en sí, el
poder; aunque hayan tratado de fiscalizarlo en nombre del dinero y de las
mafias, que están obrando desde la criminalidad que pasa de que la gente muera,
como están demostrando las medidas actuales que impone el Gobierno.
No creo en los políticos porque
estos solo demuestran creer en el poder del dinero, en la corrupción, en
hacerse millonarios rápidamente, en discutir, en insultar, en mostrar poca o
ninguna educación y sensibilidad para con los ciudadanos. Para los ciudadanos
las migajas, las hogazas de pan para ellos, sus amigos y sus familiares. Les
importan más Estrasburgo, Alemania o la Casa Real, que los españoles, y como lo
están haciendo tan mal no creemos en vosotros, además os pedimos que se vayáis.
Os lo pedimos los ciudadanos, os consideramos no aptos para la tarea de llevar
este país por la senda del progreso y el bienestar. Nos estáis arruinando, ¡váyanse
ya!
Ni queremos otros parecidos, ni
aguantamos más este sistema manido, hay que comenzar por hacer una legislación
moderna sin fisuras para los delincuentes y criminales, sin beneficios debidos al
rango social, político, etc. Queremos una sociedad justa, equitativa, que nos
trate a todos por igual, que si hay, haya para todos, no para unos pocos como
ha venido ocurriendo.
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