¿Por qué no hay oposiciones para
jueces y fiscales cuando se necesiten para el Tribunal Supremo de justicia?,
que ocupen los puestos aquellas personas con más méritos, que estén mejor
formadas y que por lo tanto puntúen más en las correspondientes oposiciones. De
esta forma los jueces serán personas normales cada cual de un lugar del país,
independientes totalmente del Gobierno y de la oposición. Ya estamos hartos de
que la justicia esté maniatada, amordazada y conducida.
De ningún modo, debe haber
puestos que tengan que impartir justicia dados a dedo, porque esto condiciona,
se deben a aquellos que tienen la potestad de mantenerles en el puesto, que son
los mismos que tuvieron la potestad de ponerles en él.
¿Hasta cuando vamos a estar
tolerando este juego sucio, parcial y condicionante de la política hacia el
poder judicial?, cuanto más me adentro en los datos que conozco, que son pocos,
más me asquea lo que han fabricado todos aquellos que han pasado por los
diferentes Gobiernos. Ellos han empleado sus cabezas para idear el sistema
corrupto y ventajista, que les proteja a ellos, que les de beneficios a ellos,
que les facilite escapes de la justicia, de la fiscalidad, etc., ellos lo han
establecido todo de forma que el peso de la ley recaiga sobre los ciudadanos,
los palos se los den a los ciudadanos, las prohibiciones sean para los ciudadanos
y la pobreza o miseria, también sea para los ciudadanos.
Hablo de todos, porque todos han
contribuido a que lo establecido no se mueva sino que permanezca, ninguno tuvo
la valentía y honestidad de romper las reglas del juego hechas a medida por los
anteriores. Ninguno pensó lo suficiente en los ciudadanos como para hacer del
bienestar de estos su principal motivo por el que trabajar. Esto es una farsa,
una mentira, una falacia, le podemos llamar de diferentes formas pero siempre
estaremos hablando de la misma cosa, de la basura, de la trama urdida por los
gobernantes que tienen y han tenido este país. Ninguno se revolvió contra la
gran mentira del sistema de gobernación español, contra la falta de transparencia
y contra todas aquellas cosas que están amañadas y condicionadas. Nadie le ha
hablado con claridad y sinceridad al pueblo, nadie se ha sorprendido de la
mierda interna del sistema, nadie se atreve a desenmascarar la corrupción del sistema
creado por sus antecesores y que, por tanto, el que llega y no lo pone de
manifiesto, asiente, se hace cómplice de él, del montaje perverso del conjunto
de normas, costumbres y leyes que rigen este país.
No puede existir una constitución
como ordenamiento supremo nacional, pero que ciertas variantes amañadas de
leyes menores se salten lo dictado por la constitución. Todos somos iguales
ante la ley pero con matices dependiendo quién seas, qué tengas, etc., y si no
se condiciona el sistema judicial para que sea lo que mejor convenga al de
turno, y aparece la figura del político aforado, de la figura inviolable del
rey mas los favores de ciertos jueces y fiscales para completar la faena, que
por supuesto se queda en nada, ni se imputa al personaje, es inocente, ni tiene
dineros en paraísos fiscales, ni existe contabilidad B, aquí nadie ha engañado
a nadie, nadie se ha llevado nada, nadie ha dado trato de favor a nadie, nadie
ha adjudicado nada como pago de ninguna donación a partido alguno, nadie ha
hecho una amnistía para que regularicen sus delitos ciertos individuos, todo es
producto de nuestras mentes, como dice el mentalista Anthony Blake.
Vivimos en el país donde nunca les
pasa nada a los delincuentes, sino a los inocentes que reclaman justicia y
bienestar para el conjunto de los ciudadanos.
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