Llevamos varios días mareando la
perdiz del precio de la luz, de la subasta de las eléctricas, el Gobierno por
medio para fijar el precio, que si la subasta ha sido un fraude, que si no se
respeta la ley de libre mercado; pero el caso es que nos va a costar más cara
la luz desde primeros de año. Un montaje, ruido y parafernalia que siempre
termina del mismo modo: los ciudadanos pagan y pagan más, algo incomprensible
cuando los salarios son recortados a cada momento por orden gubernamental y por
tanto hay menos poder adquisitivo. Me pregunto si el Gobierno no tiene la misma
autoridad para prohibir una subida de luz y precios en general, puesto que sus
ciudadanos no se lo pueden permitir en momentos como estos, de vacas flacas.
Un Gobierno que mira por sus
ciudadanos, al que le importan sus ciudadanos, legislaría a favor de estos y no
sería permisivo con los abusos hacia los mismos, pero no lo hacen, son
colaboradores de proceso del exprimido monetario que estamos sufriendo.
Un Gobierno se debe jugar el tipo
por su pueblo, al que representa, que para eso se le ha votado, no para hacerle
el juego a los banqueros, las multinacionales, etc., por tanto en el caso de la
luz han de prohibir ninguna subida puesto que los salarios menguan en lugar de
subir anualmente; y si no consienten las eléctricas deberían orquestar una
campaña para que nadie pagase su recibo mensual, respaldados por ellos, para
que los ciudadanos sientan que sus Gobernantes le apoyan, que están de su lado.
Gobiernos anteriores han untado a
las eléctricas, que están hartas de pregonar que venden la luz por debajo de
costos, o sea, que les cuesta producirla más que el precio de venta, ¿cómo es
que siempre obtienen beneficios?, es inexplicable y a pesar de ello con el
Ministro Piqué obtuvieron mil millones de las antiguas pesetas. No contentas
con esto, las eléctricas continúan reclamando cantidades de dinero ingentes
para paliar el déficit o diferencia entre los costes y las ventas, todo es mentira,
puro montaje para sacar perraje de todos lados, aunque siempre somos los mismos
los que lo pagamos: los ciudadanos, bien a través del erario público, bien con
nuestros recibos de consumos mensuales.
En este país se subvencionan las
instituciones, las asociaciones, las empresas públicas y algunas privadas donde
se colocan nuestros políticos una vez dejan la función pública, como nuestros dirigentes parecen no valorar el
dinero público, lo regalan como mejor les vienen en ganas o como más les vayan
a rentar a corto o medio plazo.
Esta crisis está siendo muy
injusta con los ciudadanos, principalmente con los ciudadanos que somos los que
con impotencia estamos acatando: las bajadas de sueldos, las pérdidas de pagas
extraordinarias, los recortes en los servicios de sanidad y educación, las
pérdidas de los puestos de trabajo, los despidos a bajo coste para el
empresario, la subida de precios, la subida de impuestos, los desahucios porque
el Gobierno no es capaz de exigir a los bancos que apliquen la dación en pago,
pero bien que le inyecta a estas entidades privadas los miles de millones de
euros.
La justicia está amañada por el Gobierno,
¿cuándo se ha visto a los fiscales defendiendo a los presuntos delincuentes, en
lugar de acusarles?, se han convertido en abogados defensores, el Gobierno
indulta a personas afines y amiguetes juzgados y condenados, lo que es un
agravio comparativo hacia el resto de los ciudadanos. La ley nunca ha sido más
desigual en España que en estos momentos de ruina a todos los niveles, y no voy
a seguir porque es lamentable y no terminaríamos nunca. El que no sirva, que lo
está demostrando y que dice que ganaría más en la empresa privada, que por
favor se marche y no siga deteriorando o sustrayendo.
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