Si no se cumplen las expectativas
te frustras, pues no te apoyes en las expectativas, trata de hacer lo que
quieres hacer sin esperar unos resultados determinados, no fijes objetivos,
trabaja todo cuanto pueda a tu ritmo, pero muy bien trabajado, con entrega y
amor a lo que haces. Si lo haces así nunca habrá decepción puesto que no
esperas nada, solo da de ti lo mejor y ya lo estás haciendo, entrégate a tu
causa, a aquello que deseas hacer, disfruta de ello, conviértete en ello,
despierta cada mañana con la ilusión de continuar tu proyecto, tu trabajo,
entonces el éxito estará asegurado, ¿no crees?
Que nadie te arrebate tu ilusión,
el motor de tu vida, lo que te da fuerzas para seguir caminando, lo que te
causa alegría, sigue viviendo y no permitas que vengan a criticarte pues lo van
a hacer todos aquellos que no comprenden el motivo de tu felicidad, todos lo
que consideran que podías dedicarte a otra cosa, todos lo que dicen: “yo en tu
lugar haría tal o cual cosa”, si te sientes bien contigo, si eres feliz con lo
que estás haciendo, sigue tu camino. En algún momento alguien puede que te
aporte una idea buena para tu proyecto, aprovéchala, no faltaría más,
cualquiera lo haría pues ni somos tontos ni estamos locos.
Es cierto que vivir la vida de
otro, la que quieren los demás o vivir toda la vida a las ordenes y caprichos
de otros, siento que en parte es haber tirado tu vida, por eso siento que es de
vital importancia desarrollar tu proyecto, por descabellado que pudiera parecer
desde el exterior, esto es lo que provoca el rechazo y la lucha de la gente
cercana que se encuentran con el derecho a opinar, que en muchos casos pelean
porque te retires de aquello que ellos no comprenden, y yo te digo que sigas
contra viento y marea. Siempre pueden ocurrir dos cosas, que sea un éxito
porque ha cuajado o que sea un éxito porque ha fracasado, que también le llamo
un éxito porque te enseña qué hacer, qué no se debe hacer, qué se debe
modificar la próxima vez o sencillamente este no era el momento para esta
empresa, lo cual no significa que puede ser exitosa en otro momento.
Trabajar por cuenta ajena te
descarga de responsabilidades, en cierto modo, porque tu tarea en esa
organización ya es una responsabilidad en si, las exigencias de tus jefes se
convierten en responsabilidades interminables de por vida, el salario es limitado,
lineal y lo más nefasto es que das carpetazo al desarrollo profesional y
personal que te proporciona el levantar día a día tu proyecto, con tus estrategias,
de la forma que mejor te parece, siendo tu propio jefe, sin que nadie te
obligue a realizar tareas contrarias a tu voluntad, porque es el capricho del
jefe o su forma de ver el asunto cuando muchas veces tu conoces las que parecen
son mejores formas de solventarlo.
La vida laboral por cuenta ajena
es muy ingrata y exigente, para llevarte muchas horas fuera de casa por un
salario escaso y sin que seas más que un mandado, al que se le corta las alas
de la creatividad y la iniciativa. Tú no estás empleado para pensar sino para
hacer lo que se te mande, así es en casi todas las empresas, al menos que
tengas un puesto de trabajo de alto nivel, una jefatura de departamento,
dirección, etc., el resto de curritos: oír, obedecer, trabajar.
Tenemos que quitarnos el miedo al
fracaso, pues no es más que un aprendizaje de lo que se debe mejorar o hacer de
otro modo, pero no pasa nada, hay que intentar llevar a cabo las ideas que uno
pueda tener, cualquier intento alberga el éxito, pues no es más que el camino
mismo del desarrollo de la idea. ¡MUCHOS ÁNIMOS A TODOS!
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