La Navidad tiene que significar
interiorización, toma de conciencia, deseos de ser mejor, ver en qué hemos
fallado, en qué hemos estado menos acertado, comprender que debemos perdonarnos
e iniciar una nueva andadura donde todos podamos amarnos y abrazarnos. Esto
mismo debería ocurrir siempre, cada día, aunque aprovecho que la Navidad
significa mucho para muchas personas, es un tiempo un poco especial, y debe
rentabilizarse humanamente hablando.
Las cosas se arreglan hablando
desde la flexibilidad, desde la comprensión, desde la sensibilidad, bajando
todos al mismo nivel, sin que nadie se crea por encima de nadie, con verdadero
deseo de unión y no de rivalidad. Las cosas han de estar arregladas para que no
den vueltas en la cabeza, para que no irrumpan a su antojo causando
intranquilidad o incomodidad. Es mucho más hermoso reparar que sentirse roto,
perjudicado, en tensión, rivalizando, ante todo esto yo digo que es mejor poder
mostrar amor hacia los demás, porque cuando lo hago me siento más pleno y
seguro que tu también lo vas a experimentar.
El rencor casi lo he borrado de
mi vida, puedo arrancarme como todo el mundo, puedo tener una situación
desafortunada con alguien, pero puedo asegurar que no le guardo nada, que tal
como sucede se pasa y después sigue siendo como esa persona era para mí antes
del incidente. Estoy satisfecho de ser así y creo que esto es algo interesante
que deberíamos aprender o incorporar a nuestra forma de vivir y relacionarnos.
Ya quisiera no equivocarme nunca, pero hay situaciones en las que me equivoco,
siendo mi propósito que no se repita, tener más control, saber vivirlas mejor o
de un modo más adecuado, etc. Me duelen las cosas como supongo le duelen a
todos los demás, no va a ser algo exclusivo, por supuesto, no faltaría más; es
por ello que con frecuencia tengo el propósito de mejorar, de estar un poco más
atento para no provocar dolor o enfado a nadie, porque es lamentable, al menos
para mí, no poder ser más tolerante, flexible, o sencillamente no obcecarme en ciertos
momentos que creo poseer la razón y, erróneamente, la defiendo a capa y espada.
Como el año se va finalizando, si
a alguien he ofendido de algún modo, si alguien interpreta que no le traté como
el o ella esperaba de mí, sinceramente le pido disculpa y deseo profundamente
pueda reparar dentro de si el daño que le haya podido hacer. Les puedo asegurar
que al día de hoy no me encuentro enfadado con nadie, que yo recuerde, y que
deseo poder relacionarme con mayor calidad humana y amor en el próximo año.
FELICES FIESTAS A TODOS.
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