De nuevo he estado
unos días fuera de casa y sin conexión a Internet, es por ello, que no haya
subido nada al blog. Las mini vacaciones es lo que tienen, que no siempre cuentas
con todas las comodidades de las que disfrutas en casa. Hoy es el primer día “at
home” y me he levantado a las siete de la mañana y lo primero que hago es hacer
mi escrito para compartirlo con vosotros, los lectores de mi blog. Y os estoy
muy agradecido por ello.
He caminado
bastante, he hecho algunas sesiones de Yoga, he leído algo, también he dedicado
un poco de tiempo a repasar el que será mi próximo libro. Un libro erótico,
donde se va a mezclar amor, deseo y sexo entre el personaje y varias mujeres
que se le cruzan en la vida. Va a ser un relato que, con abertura, pone de
manifiesto las normas anti naturales que la sociedad nos impone y que nosotros
mismos hemos aceptado; representando un estado de represión que en mi novela se
volatiliza. La historia central de la misma, se asienta en que el amor y el
sexo entre tres personas son posibles. Estoy ilusionado con este nuevo proyecto
y espero poderlo publicar en unos veinte días, aproximadamente.
Espero que
todos estéis viviendo un buen verano, al margen del calor que está haciendo.
Espero que todos podamos cambiar algo en nosotros para mejor, que podamos
hacernos conscientes, aunque sean de pequeñas cosas y que estas nos ayuden a
nosotros y a los demás a vivir sin enfrentamientos, propiciando un clima de
convivencia más plácido. Todos nos merecemos estar bien y una gran importancia
la tiene nuestra mente; hay que observarla y sobre todo hay que ser mucho más
pacientes. Muchos tienen cantidad de prisas, todo lo quieren ya, para el
momento, no admiten el error ni propio ni ajeno. Empujan a los demás, se empujan
a sí mismos, discuten constantemente, no saben parar, descansar, disfrutar de
no hacer nada, de estar en silencio, de sentir la brisa cerca del mar o el
abrazo cálido del sol. Tenemos que seguir aprendiendo a cada paso, en cada cosa
que hagamos, pues no son más que oportunidades para hacerlo mejor, o para
darnos cuenta de algo, ¡estemos atentos!
Del sistema
hay poco que esperar, hay que esperar de las personas, de ciertas personas,
¡ojalá, sean muchas! Podemos ser todos si quisiéramos, si nos diéramos cuenta
de lo que podemos llegar a realizar si dejamos a un lado el egoísmo. Hay mucho
por hacer, hay mucha gente necesitada, hay cantidad de problemas en el mundo
que lo originan los hombres y mujeres de este planeta. Son estos mismo hombres
y mujeres los que deben darse cuenta de lo que hacen, por eso los sistemas han
de ser otros, más respetuosos y más humanos. Menos fanáticos, menos inclinados
a enriquecer a unos cuantos y con mecanismos que nos hagan más conscientes. El
exterior debe ayudar, pero sin olvidar que somos nosotros los que podemos
cambiar y debemos querer hacerlo por el bien de la humanidad.
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