Los listos de
turno, ya tienen motivos para seguir con su programa de acoso y derribo. Los
que vienen aprovechando la situación de las políticas griegas, para inventarse
un paralelismo con ciertas ideologías o ciertos partidos políticos españoles;
vuelven a tener “comidilla”.
Los mismos que
tanto critican, jamás reconocen que partidos griegos con políticas semejantes a
las suyas, como son Pasok o Nueva Democracia (los equivalentes a PSOE o PP),
son los responsables de la situación económica del pueblo griego. Syriza se
hizo cargo del país hace siete meses, cuando Grecia ya estaba quebrada y
endeudada hasta las cejas.
El primer
Ministro griego, Tsipras, ha actuado con coherencia y honestidad. No ha tomado
decisiones sin contar con el apoyo de su pueblo. Se ha atrevido a hacer un referéndum
para consultar si se debían seguir las políticas de austeridad impuestas por la
UE. Ha firmado un nuevo memorándum para conseguir dinero para su pueblo y, como
todo ello es contrario a su programa, dimite. Tiene la valentía que les falta a
los políticos españoles. Tiene el respeto hacia su pueblo, que los ciudadanos
españoles ya nos hubiera gustado lo tuviera Rajoy.
A Tsipras no
le falta razón, los rescates no son la solución, la gran mayoría del dinero
concedido a los griegos retorna a Europa. Son pagos de la deuda y sus
respectivos intereses, pero Grecia se queda un poco más endeudada. Las
políticas de austeridad son un fracaso si al mismo tiempo no se proyectan otras
de crecimiento. Pagar nominas, otros gastos sociales y deuda; no produce y,
cuando pasen unos meses se volverán a encontrar en la misma situación. ¿Se les
vuelve rescatar y a endeudar indefinidamente?
El FMI ya ha
reconocido que las políticas de austeridad son un fracaso, pero los bancos
alemanes y franceses, “erre que erre”. El negocio de los bancos es mover el
dinero, hacer negocio con el mismo, endeudar a los pueblos y obtener ganancias
de tal situación. Por otro lado está la compra de voluntades o el sometimiento
de los pueblos. La hegemonía y el poder pretendido por algunos países para
comandar la trayectoria de una organización, en este caso la Unión europea.
Con la
dimisión de Tsipras se tienen que convocar nuevas elecciones, que posiblemente,
según las fechas que trascienden, se llevarán a cabo sobre el veinte de
septiembre. Europa quiere que se celebren cuanto antes; al BCE, al FMI y a los
mercados en general, les inquieta mucho la inestabilidad. Les provoca incertidumbre
y esto altera las condiciones monetarias de la zona, que rápidamente se ve
reflejada en las fluctuaciones de la bolsa. Suben y bajan las primas de riesgo
de los países. Se alternan las calificaciones de sus bonos. En definitiva, ejercen
presión sobre las economías de los países.
Europa ha
tardado solo dos segundos, tras saber la noticia, para decir que salga el
gobierno que salga, que sepa que tendrá que cumplir todo lo acordado con
Tsipras para obtener el tercer rescate. ¡Ya veremos qué pasa!, mientras tanto
hay que felicitar a Tsipras por su comportamiento ejemplar para con su pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario