Hoy lo que voy
a comentar sé que será mal acogido por muchos, pero me pongo al lado de los
protectores de la vida de los animales. Los animales con organismos complejos,
por asemejarlos más a nosotros, con órganos bien diferenciados; no deben ser
matados por la crueldad que representa. Su muerte debe ser parecida a la
nuestra, su dolor y sufrimiento deben ser parecidos a los nuestros. Por lo que
deberíamos respetar y preservar la vida de los animales.
Los animales
no deben ser motivo de castigo de ningún tipo porque la gente quiera
divertirse. Los animales no deben ser matados porque nosotros no queramos
aprender a alimentarnos de un modo diferente. Solo un Estado que tome conciencia,
procuraría hacer estudios nutricionales, serios, para que su población viviera
sin padecer carencias alimenticias. Y solo Estados así educarían a sus poblaciones,
para que modificaran su conducta. Solo Estados así promoverían la explotación
de alimentos que no incluyera el sacrificio de animales.
Para llegar a
esos estados de conciencia hay que sentir a los demás seres vivos, hay que
desear respetarlos. Cuando se llegan a alcanzar, esos estados de conciencia, se
ven y se comprenden ciertas cosas que ahora nos ciegan nuestra capacidad de
razonar. Es cuando se comprende que no se pueden tener metidos animales en una
jaula, para ser exhibidos. Es cuando se comprende que no se puede hacer sufrir
a un animal en nombre de la tradición o el divertimiento de un pueblo. Y, por
último, es cuando se comprende que la vida de los animales vale tanto como las
nuestras. O, que nosotros no somos quiénes para erigirnos en los verdugos de
los animales, privándoles de tener una vida propia.
A esta altura,
ya tendré a muchos protestando. Otros muchos ya estarán preguntándose: qué
vamos a comer. Otros dirán que siempre se ha hecho tal o cual cosa o, que los
animales están en este mundo para que nos sirvamos de ellos. Yo no lo creo así.
El mundo lo habitamos muchas especies y cada una tiene su rol de vida, sus
costumbres, sus hábitats, y construimos nuestras vidas, tenemos nuestras
familias, procreamos, etc. Los seres humanos, como seres de “inteligencia
superior”, somos los que debemos saber respetar la vida de las otras especies.
Debemos utilizar esa inteligencia superior, no para hacer atrocidades sino para
construir una vida mejor.
Somos
creativos e inteligentes, si dichas capacidades las pusiéramos a trabajar
conjuntamente; lograríamos metas impensables. Nos quedaríamos perplejos de lo
que seríamos capaces. Hay mucho por hacer como humanidad, el potencial ya lo
tenemos, nos falta tener la actitud adecuada. Debemos incrementar nuestra
disposición de colaboración y solidaridad. Asimismo, debemos desarrollar el
amor, el respeto y la compasión hacia los demás seres vivos.
Si no
transitamos esa senda, tarde o temprano, estaremos perdidos. Si insistimos en
el error de actuar egoístamente, estaremos frenando nuestro desarrollo como
personas, como civilización, como sociedad y como humanidad.
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