Ayer en cuanto escuché los
presuntos ataques a los petroleros en el Golfo de Omán, lo primero que se me
vino a la cabeza fue el hundimiento del Maine cerca de las costas de Cuba, por
el que culparon a España de ser el responsable de tal incidente, dando comienzo
a una guerra entre España y EEUU. No pude remediarlo, es lo primero que abordó
mi cabeza, me dije: EEUU lleva tanto tiempo buscando una excusa para meterle
mano a Irán, que este va a ser el argumento para hacerlo. A partir de ahí, lo
que ustedes quieran, será verdad o mentira, desconocemos los autores o el autor
de los ataques a los petroleros, y cómo no, según Trump, el responsable directo
es Irán por cercanía y por tecnología. El balón está en el tejado que a EEUU le
interesa, de nuevo como en el caso de IRAK, en un país productor de petróleo, ¿nuevo
objetivo a saquear?, es como si a todos los competidores de Arabia Saudita
hubiera que ir eliminándolos… ¡qué asco de geopolítica!
De nuevo los malvados poderosos
mundiales no encuentran mejores razones para vivir que crear conflictos por el
mundo, vender muchas armas, emplear el dinero de los contribuyentes en acciones
destructivas, matar a un montón de personas, lanzar a tierra, al mar y
compartir por el aire la toxicidad de los efectos de las explosiones y de los
explosivos empleados para aniquilar a quien no interesa dejar vivir.
Estamos hartos de soportar a
lunáticos que desestabilizan el Planeta y ponen en riesgo a la humanidad. La
inteligencia de algunos parece que nunca es capaz de manifestarse si no es en
un video juego de guerra, sangriento y con mucha violencia destructiva. Esos
parecen vivir inmersos en un video juego que tratan de acercar al vivir a
diario del resto de personas que ningún interés tenemos por un mundo de
revueltas armadas, explosiones, aviones descargando bombas, lleno de miedo, sangriento
y dejando muertos por todas las esquinas. La gente normal que nada tiene que
ver con los intereses del petróleo o las armas, vive en otra cosa, atiende sus
obligaciones laborales y sus responsabilidades familiares, no está como otros,
pensando en ver cómo le busca las cosquillas al vecino, a ver cómo le jode o lo
domina. A ver cómo le roba y le quita el derecho a vivir. Hay cantidad de
psicópatas desperdigados por el Planeta, por lo que debemos cuidarnos mucho de
relacionarnos con ese tipo de gente.
Los daños de los petroleros no
parecían ser demasiado serios: ni se partieron en dos, ni mostraban un incendio
tan vigoroso en orden a ser petroleros, al menos es lo que me pareció a mí…
¡ahí hay gato encerrado! Dos viejos petroleros se les hace un agujerito con
alguna pequeña explosión, que puede, perfectamente, controlarse con algún
sistema programado de retardo de tiempo, y ya tenemos la justificación para
liarla parda. Trump la tiene con China, con México, con Venezuela, con Irán, en
la última visita, la de hace unas semanas se entrometió en el asunto del Brexit
de Reino Unido, anda empujando a la Unión Europea con la OTAN y el mayor gasto
militar que exige a los países miembros, vamos, que no deja a nadie tranquilo y
en paz. Debe estar la empresa armamentística empujando.
Y de petróleo debe estar la cosa
flojilla, debido a que EEUU es un gran consumidor de combustibles fósiles, así
que siempre tiene que estar alerta para buscar la forma de hacerse con
petróleo, y si es gratis mejor. Lo que está claro es que si alguien puede
hacerle sombra a EEUU en el campo que se trate, EEUU rápidamente va a tratar de
embargarle, de cortarle las alas, de frenar su comercio, o le amenaza con
destruirle, y al atreverme a usar esta palabra: “destruirle”, me he dado cuenta
que otro de sus principales enemigos se me pasó de nombrarle antes, ni más ni
menos, que a Corea del Norte y su querido presidente Kim Jong-un, a quien tanto
aprecio profesa Trump.
En definitiva, no me fio nada de
lo que he visto por televisión, creo que tan solo los actores de lo sucedido
son los que realmente saben que ha ocurrido, con qué idea se mostraba fuego en
los barcos, qué se pretende con ello y, tal vez, dentro de un tiempo, sepamos
la verdad del asunto, si les da la gana de hacernos participe de la misma.
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