Al ver una foto en la que se dan la mano el recién
acordado, que no elegido por el pueblo, Almeyda y la señora Villacís, y aunque
no soy nada experto en lenguaje no verbal, pero sí un buen observador, he
comprendido de inmediato que Madrid, tiene el peor alcalde posible. El mejor
para el partido, porque una vez más han elegido al más fácil de manejar, al que
muestra menos personalidad, al que se conforma con el premio, pero para ser
dirigido como un robot. Cuando he visto en la foto como da la mano a la señora
Villacís, lo he comprendido, es lo primero que me ha suscitado, éste ni para
mandarlo a por el periódico, no tiene personalidad alguna, no hay firmeza… está
contento y feliz con la zanahoria que le han ofrecido, pero de ahí no pasa, la
marioneta ya está en el escenario.
A Villacís se le ve otra firmeza, otro carácter,
en la forma de dar la mano. Ella se lo come con papas fritas, seguramente, el
PP pone a personas como éste o cuando puso de Presidente de Gobierno al de los
trabalenguas imposibles, porque hay una camarilla que mueve los hilos desde la
trastienda. Es por ello, que hay que poner a la vista aquel que mejor se someta
a los dictados de los tramoyistas del partido.
Ha llegado el PP de nuevo al gobierno de Madrid,
esto es como volver a empezar con la privatización, los negocios oscuros con
las grandes constructoras, el regalo de dinero para autopistas, bancos, cajas,
etc., todo el plan enmarcado en aquel power point al que hizo alusión el PP que
tenía para adiestrar a sus ediles de toda España para que supieran quedarse con
parte del dinero público y sumarlo a la organización de actos y campañas del Partido.
La maquinaria vuelve a estar engrasada y lista para ejercer la corrupción si
hiciera falta por el bien del Partido y detrimento del bienestar de los
españoles. Su lema debe ser hundirnos económicamente y privarnos de los mejores
servicios públicos para que tengamos que recurrir a los servicios privados
ofrecidos por los amigos de los que son amigos de lo público.
Carmena me caía bien, se había convertido en una
abuela con buenos modales y, ahora, hemos visto que también con buen saber
perder. Una mujer con sentir de izquierdas que creo lo ha hecho bien por Madrid
y los madrileños. Pero la lucha de poder es muy feroz, porque para trincar hay
que estar a los mandos y eso lo llevan en el ADN muchos partidos y muchos
políticos.
Miren como blandea el tal Almeyda al dar la
mano, mire la sonrisa tonta y el no saber qué hacer con la otra mano… un Rajoy
dos. Por el contrario, miren la firmeza de Villacís, son dos temperamentos
totalmente diferentes. ¿Recuerdan ustedes cuando esta gente hablaba
peyorativamente de pactos de perdedores?... a todos los cerdos le llega su San
Martín. Ahora no les ha importado nada unirse los perdedores para arrebatar
poder, ahora sí estaba bien visto, esta gente es muy falsa, demasiado desalmada
como para gobernar en serio nada. No hay proyecto de país, no hay avance, no lo
puede haber porque no trabajan por lo mismo, no tienen los mismos objetivos,
cada cual tira de la manta en la dirección que le apetece. Llegan unos y
destruyen o anulan lo que los otros hayan conseguido, aunque sea bueno, por el
simple hecho de que es la “obra” de los otros.
Ninguno de esos tiene verdadero amor por España
como país, ni por los españoles como personas que llevan sobre sus espaldas el
peso del país. A ver quiénes sostienen todo el chiringuito del que se están
aprovechando unos pocos. Esto se les pasa por alto a todos los que van llegando,
se lo encuentran todo o casi todo hecho y solo tienen que posar su culo en un
sillón y abrir los bolsillos para que lleguen los sueldos formidables, las
dietas, las comisiones y las ofertas de final de carrera política…, las
estupendas condiciones millonarias que ofrecen las puertas giratorias a cambio
de haber estado ofreciendo durante años obras a ciertas empresas a precios
desorbitados y fuera de mercado, engordados y sin pararse a pensar que estaban
derrochando el dinero de todos los españoles. Esa gente que actúa así, y que ha
habido en todos los gobiernos, ni es constitucionalista, ni es de derecho, ni
es legal, ni es digna de gobernar ni un puesto de churros y debería estar en la
cárcel, pero compran a los poderes judiciales… se libran de todo el peso de las
deficientes leyes, que a su vez, dejan cantidad de grietas por donde escapar de
ellas. Si los chorizos son los mismos que tienen que hacer la ley, cómo van a
legislar en serio, cómo van a ponerse ellos mismos en riesgo de ser sorprendido
en medio de sus andanzas delictivas. La política en el mundo es un nido de víboras
que no reconoce a los que les dan de comer.
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