Hoy se termina el plazo para que
todos los municipios constituyan su plan de gobierno, o sea, que deben
nombrarse los partidos, o el partido, que tenga cuatro años para ningunear cada
una de las ciudades o localidades de nuestra geografía. Empiezo hablando de
ninguneo, porque lo que hacen, a veces, es retorcer la decisión democrática de
la ciudadanía, que ha votado algo que por los pactos de conveniencia se
convierte en otra cosa bien distinta.
Hoy es el día en el que “no es
no” o, “me valen los votos de VOX, pero no consiento que estén en ningún
gobierno”, se transforma en una conclusión bien diferente por intereses de
poder y de partido… a la gente que le den morcillas, que es lo que deben decir
muchos, cuando hacen lo que hacen. Se desdicen de lo que dijeron con la
velocidad del rayo, y con esos cambios de opinión y convicción embaucan a la
población votante, la traicionan, que es lo que sí saben hacer muy bien los
politicuchos de tres al cuarto.
Lo que clama al cielo y no tiene
fundamentos de ninguna clase que lo justifique, es la actuación de C’s, alzando
al poder al partido que en las legislaturas de Rajoy dio tan bochornoso
espectáculo de corrupción a lo largo de todo el territorio español. En primer
lugar, ya cuesta encontrar las razones por las que la gente de este país está
tan ciega y sorda como para votar a un partido tan corrupto en manos del falso
masterizado Pablo casado. Sobre todo, sin estar ajustadas las cuentas con dicho
partido, la mitad de los casos siguen a la espera de que vayan prescribiendo,
que es lo que sí sabe hacer muy bien la injusticia de este país vendida a los
caprichos y órdenes de los poderes políticos. Los tiempos los maneja muy bien
la injusticia para que los asuntos graves de corrupción, los grandes delitos
cometidos por personalidades y autoridades queden en stand-by el tiempo
necesario para que vayan prescribiendo, así si llegan los delincuentes a
sentarse en el banquillo de los acusados, sencillamente dicen: “no hay caso,
los delitos han prescritos”.
Hoy es el día “D”, el desembarco
de los nuevos, que en muchos casos, como vengo diciendo, no son los que la
gente han votado ni los que consiguieron más votos, porque la posibilidad de
pactar facilita que haya uniones de perdedores, como antes tanto criticaban los
perdedores que hoy se van a unir, que no siendo los vencedores se van a
autoproclamar entre ellos en falsos adalides de las elecciones. A la gente le
toca aguantar, aplicarse el famoso ajo y agua, tragar con cuanto los señores
quieran retorcer los resultados electorales. Sinceramente, siento mucha
impotencia con los métodos autocráticos empleados por el sistema político
español, es una dictadura con un velo por encima de democracia, pero como
sabemos aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Aquí se hace lo que
digan los políticos en conveniencia de partido y rivalidad entre ellos. Es
fácil subirse sus sueldos un 33 %, como hicieron al llegar al gobierno de la
Comunidad andaluza, pero es un grave problema subir las pensiones el ridículo
IPC, o subir el SMI a una cantidad decente. Es fácil regalar el dinero de todos
los españoles, porque debe ser un acto muy patriótico, aunque a mí me parece de
sinvergüenza y de gilipollas, pero no se exige su devolución, resultando un saqueo
de lo público. Es fácil desear que unos políticos se pasen veinticinco años en
la cárcel por tener ideas diferentes,
pero es tan complicado inhabilitar a un partido político que durante dos
legislaturas no ha dejado de provocar casos de corrupción y robar grandes
cantidades de dinero público o dejarse comprar por grandes empresarios, a
cambio de falsear las reglas del juego para jugar con ventaja… y no ha sucedido
nada. La política que se hace aquí, en la que priman los intereses de cada partido, en la que todo lo bueno que propongan
los otros es rechazado por no ser ideas propias, en la que se desoye a la
ciudadanía y se hace en connivencia con grandes empresarios y banqueros o
maniatando a la justicia…, es una porquería. Desvirtúa el panorama democrático,
no es democracia, es dictadura mezclada con lo que ustedes quieran, pero que no
nos vendan más Estado de Derecho, principios constitucionales y más chaladuras
por el estilo.
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