Imagen: www.marca.com
Al mediodía en
el informativo, dijeron que Cantabria había adquirido unas
mascarillas, inservibles y nada prácticas lo añado yo. La noticia concretamente
ofrecía las siguientes cifras “Cantabria compró un millón de mascarillas como
la que mostraban de papel, sin ajuste posible más que dos pequeñas rajas en sus
extremos para introducir en ellas las orejas, en cuya compra habían invertido
ciento cincuenta mil euros”… Dichas mascarillas reconocen que son para salir
del paso hasta que las puedan sustituir por mascarillas de verdad. No es difícil
comprender que todos tenemos unas proporciones diferentes de nuestro rostro,
por tanto a pocos deben ajustar la mascarilla, creo que se debe sentir
vergüenza y todo de llevarla puesta, para colmo llevaban grabado con tinta azul
un mensaje bien visible, ¿por qué los políticos son tan impulsivos con el
dinero que es de todo?, creo que ha sido un gran patinazo del amigo Revilla, su
experiencia debiera de servir para no dar lugar a que le critiquen como puede
comenzar a suceder después de esta mala idea, no se puede emplear dinero
público para tirarlo a la alcantarilla.
¿No había nada
mejor que hacer con los ciento cincuenta mil euros, en Cantabria ninguna
familia hay sin ingreso y sin trabajo? A lo tonto, ciento veinticinco mil euros
son, en términos Revilla, veinticinco millones de la antiguas pesetas, una
pasta en papeles, que más bien parecen servilletas de papel para colgar en la
cara de los cántabros, además con mensajito al frente, que se pueda leer bien,
que todos vayan de acá para allá difundiendo algo que no pidieron hacer ni
decir. Una mascarilla que no tiene las clásicas gomas y que no se ajustan a
cada persona, a algunas le quedarán ajustadas, a otras no le llegará a cubrir bien,
y a otras le sobrará media mascarilla… ya sabemos, son cosas simbólicas para
que no se pueda decir que su gobierno no ha hecho nada, pero el simbolismo ha
costado veinticinco millones de pesetas, y es que los políticos se gastan el
dinero de los ciudadanos en un plis plas y como a ellos mejor les parece…
¿hasta cuándo vamos a seguir con esta prepotencia e improvisación ruinosa?
Podrían haber reservado el dinero para otros fines como socorrer a la gente que
nada tengan o prever la compra de test rápidos para conocer el grado de infestación
de la población cántabra, creo que sería más útil.
No es que de
todo haya que hacer una crítica, aunque lo pudiera parecer, es que da mucho
coraje que nos ninguneen siempre tan burdamente. Ellos, los políticos,
despilfarran nuestro dinero a lo largo de toda la legislatura y cuando el suelo
cede, rápidamente, nos culpan de las consecuencias de sus actos como ya
hicieron en la crisis anterior provocada por la banca y el sector financiero.
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