Imagen: albertogranados.wordpress.com
Me hago varias
preguntas a mí mismo debido a mi desconocimiento: ¿Por qué las infecciones,
hasta ahora conocidas, son estacionales, los bichos desaparecen en unos
momentos del año y aparecen en otros, se esconden, dan una tregua o los tenemos
dentro y eclosionan en momentos más propicios para ellos?, si es lo último,
¿podemos considerarnos enfermos, llevamos o portamos la carga viral siempre?,
¿de dónde salen los virus, las bacterias y demás formas vivas que viven
parasitando otras formas de vidas? Todo esto aunque estamos muy familiarizados
y lo hemos estudiado en ciencias naturales, supongo que ahora, la asignatura será
ciencias de la naturaleza, me hace reflexionar al respecto.
Con el grado
de contagio tan enorme que dicen tiene este nuevo inquilino de la esfera
terrestre, no sé si nos volveremos a juntar en reuniones multitudinarias,
centros comerciales, celebraciones de todo tipo, eventos deportivos, etc.,
quizás, ha venido para cargarse todo ese modo de vida improductivo para la
esencia de la vida…, ya no me cabe otra interpretación de este dichoso ataque
mundial contra el ser humano, pues no sabemos que esté afectando a ninguna otra
especie. Con esta expectativa es cuando me pregunto: ¿volveremos a tener
permiso, con garantía, para poder juntarnos de nuevo?, ¿y cuando lo hagamos,
qué va a ocurrir, nos vamos a infectar de nuevo los unos a los otros? Nadie
parece saber con certeza lo que sucederá mañana, y mientras tanto todo, o casi
todo, parado, sin producir, la gente perdiendo los trabajos o quedando en
stand-by hasta no se sabe cuándo. Habrá cantidad de gente que se esté quedando
sin ingresos y sin su medio de vida, ¿hasta cuándo podrán soportar?, ¿qué
sucederá cuando el hambre empuje a una buena parte de la población, va a seguir
confinada o va a tener que salir forzosamente a pedir comida o atracar
supermercados? El ser humano hará cuanto esté en sus manos para tratar de
sobrevivir a esta crisis, a este cierre, a esta paralización de actividad. Es
un principio universal, se trata de la supervivencia, es algo que trasciende la
mente, es una consigna genética…, creo que hay que ir pensando en un mundo diferente,
es tiempo de proyectar algo distinto.
La unidad es
hoy más necesaria que nunca, de este devorador de vidas no se escapan ni los
adinerados hombres de negocios, ni los ventureros políticos mentirosos, todos
estamos condenados a superar la pandemia que aún hoy los creyentes seguirán
justificando como algo necesario que su Dios nos envía para que aprendamos y
lleguemos a ser mejores, claro, sin importarle las vidas de los millones de
personas que la vayan a perder por el camino.
Echamos de
menos ver a los demás, charlar con los amigos y familiares, abrazarles y
besarles, compartir mesa y sobremesa con los más allegados. No somos seres
solitarios en la convivencia, nos gusta compartir momentos, caminatas mientras
hablamos de algo, mientras arreglamos el mundo que es como me gusta llamarle.
Hay que cuidarse cuanto podamos para atravesar la cinta de meta, porque
queremos seguir compartiendo nuestro tiempo, necesitamos seguir creciendo, y
todo ello pasa por superar el ataque de los bichitos, hacernos inmunes a ellos,
tener las defensas a un buen nivel de acción y reacción. Quiero que seamos
felices, que nos amemos, que nos respetemos, que seamos lo suficientemente
inteligentes para anticiparnos y no molestar a los demás…, como he dicho tantas
veces, un mundo mucho mejor, casi mágico y extraordinario, es posible.
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