Trato de
comunicar un sentimiento hacia el burdo montaje de falsa democracia, instalado
en nuestra vida diaria. Nos hacen creer que tenemos algún peso, pero desde la
pasividad no somos nada, no decidimos nada. Nos quieren contentar cuando nos
dicen que ellos están ahí porque les hemos elegido y nos están representando,
pero siempre nos damos cuenta de que actúan en favor de sus partidos, para
seguir trepando en cuanto a poder se refiere, y para ganar dinero que posteriormente
evaden a Andorra, Suiza o a cualquier otro lugar del mundo donde no paguen
impuestos.
No hay
democracia sino dictadura en cubierto. Todos los partidos desean la mayoría
absoluta para imponer los que les convengan, como ya han hecho en estos
cuarenta años, anteriormente no hacia falta maquillarla, lo era y punto, solo
había ordeno y mando por la gracia del sable y la bayoneta. Si te convenía bien
y si no, un par de ostias y al calabozo. Ahora esto se ha suavizado, salvo
cuando la gente protesta cerca de las Instituciones, que pueden llegar los del
casco y pueden repartir con la porra por orden del Gobernador de turno. Aún
así, seguimos sin oler la democracia. Han aflojado la tensión de la cuerda,
pero los ciudadanos no podemos seguir siendo solo mera mano de obra en la
sociedad. Debemos ser los artífices de nuestro entorno, de nuestro Gobierno, y
crear formas de gestión favorables a todos nosotros. El poder ha de ser nuestro
sin ninguna duda. Nadie se puede seguir adueñando de los que es de todo, mantenido
con nuestros esfuerzos. Las personalidades debemos ser nosotros. Las voces que
deben atenderse son las nuestras. Las leyes deben ser las que elijamos los
ciudadanos. Las penas para los delincuentes y corruptos, deben ser las que
consideremos adecuadas los ciudadanos. La sociedad debe ser lo que queramos
nosotros, que somos los que la costeamos. ¿Es tan complicado entenderlo?
A mi no me representa
nadie del Gobierno actual ni anterior, porque no les he elegido sino que me han
venido impuestos. Me siento contrario a lo establecido porque es un sistema
amañado, de clases, deshumanizado, y esclavo de los poderes monetarios. Aquí
vale arruinar la vida de los ciudadanos, pero no se pueden dejar que quiebren
entidades bancarias. Se puede dejar morir a enfermos de Hepatitis porque sus tratamientos
son muy caros, o se abandonan a enfermos que sufren enfermedades raras, porque
son pocos y no suponen un nicho rentable para las multinacionales farmacéuticas.
Los descerebrados de turno han creado esta mal llamada sociedad democrática,
que dispone toda su artillería para indultar a los grandes delincuentes, mientras
que condenan a varios años de cárcel al que roba una bicicleta, o compra
algunos alimentos con una tarjeta de crédito que se haya encontrado en el
suelo.
Un sistema así
me avergüenza, como no puede ser de otro modo. Espero mucho más de tanta gente
que estudia, se forma, cursan estudios de todo tipo, incluso superiores, pero
que la calidad moral y ética como persona deja mucho que desear. Por eso,
nuestras Instituciones están secuestradas y apartadas de la gente de la calle.
Se mantienen distantes porque tienen mucho que ocultarnos: años de estafas en
cubierto. Miles de trámites falseados, engordados, y cantidad de engaños hacia
los ciudadanos. Como se suele decir coloquialmente: “Hay cantidad de mierda
bajo las alfombras” Nadie se atreve a meter el cepillo para barrer. No saben lo
que van a encontrar, y como se han alternado en el poder los unos y los otros,
¿quién barre primero?
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