Esta tarde me ha llegado un email
de una chica Coach nutricional, que impartió, el viernes pasado en el Centro Despertar
de Sevilla, una charla sobre alimentación consciente, y cuando he comenzado a
echar un vistazo a uno de los archivos adjuntos sobre aditivos y otras
sustancias que encontramos habitualmente en los alimentos, sencillamente, me he
quedado perplejo.
Al final del escrito adjuntaré la
lista para que todos y todas podáis informaros acerca de cómo nos van
envenenando con el permiso de las autoridades. La cuestión que aborda mi cabeza
es: ¿por qué toda la industria atiborra los productos de estas sustancias
extrañas, ajenas a los alimentos y ajenas a nuestro organismo? De nuevo nos
encontramos con que la única razón vuelve a ser comercial. Solo se explica para
que los alimentos se puedan mantener más tiempo en las vitrinas de los
hipermercados así como en los frigoríficos en las casas. ¿Qué quiere decir
esto?, pues que el objetivo es que al durar más en aparente buen estado, los
comerciantes se aventuran a comprar más unidades, los fabricantes venden más y
a los consumidores se les va descomponiendo los productos, aparentemente, más
lentamente porque los microorganismos que proliferan no se aprecian a simple
vista. Diferente es cuando se toca con los dedos y está rancio, tiene un olor
diferente y más fuerte, además de resbalar al tacto. El jamón cocido y el queso
fresco, son claros ejemplos de lo que pasa en todos los frigoríficos del mundo.
Si es reconocido que las
sustancias son nocivas y dañinas para nuestra salud, ¿por qué permiten que se
incorpore a los alimentos? Una vez más se deduce que el negocio tiene prioridad
sobre la salud de la gente. Una vez más comprobamos que nuestros gobernantes no
hacen lo que tienen que hacer, trabajar para asegurar el bienestar de la
ciudadanía, sino que están a los pies de lo que les dictan. ¿Qué sucedería si
los campos no se fumigaran constantemente con pesticidas, si las carnes no se
hormonaran y se atiborraran de antibióticos, y si todo el fabricado alimenticio
no llevara grasas trans ni aditivos, colorantes, acidulantes, conservantes,
potenciadores del sabor, Etc.? Aún más inteligente, si además de todo eso se
investigara sobre una dieta sana, equilibrada, que respetara la vida de los
animales y la de las personas, por supuesto. Cuando se barajan posibles
decisiones como las que planteo, estoy seguro que saltan las alarmas, la industria
alimentaria comienza a presionar, amenaza con cerrar, la cifra del paro va a
crecer, y todo este tipo de estrategias que se anteponen a la salud de las
personas.
Mucha gente es anti abortista, es
anti taurina, quiere vivir en un mundo en paz, pero se levanta temprano para
dar tiros y matar conejos o perdices. Algunos de los anti abortistas son muy
aficionados a los toros, y se quedan tan panchos cuando el estoque atraviesa
las vísceras del pobre animal. Justifican su muerte cuando dicen que antes ha
vivido cinco años a cuerpo de rey en una dehesa. Muchos pro vida, lo están por
ciertas vidas aunque les importa un carajo los asesinatos por miles que se
cometen, brutalmente, en los mataderos cada día. Perdonen pero yo no entiendo
casi nada de lo que pasa por la mente de la gente, sinceramente, estoy confuso.
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