Cuando unas personas prepotentes
ocupan cargos públicos en un Gobierno, ¿por qué se han de creer por encima del
bien y del mal? Solo fueron elegidos para realizar una función, representarnos,
lo que no quiere decir, anularnos. Cuando esas mismas personas están
deshumanizadas no les importa legislar en contra de los beneficios generales de
la población, se deben a otros intereses que escapan o se alejan de los
nuestros. Es por ello que se dan las situaciones que todos vemos a diario:
pérdida de derechos sociales, laborales, constitucionales, imposiciones de uso
de la electricidad servida por las compañías eléctricas, impuestos al sol y
demás energías alternativas y limpias, al coche eléctrico (solo hay que ver los
precios que tienen), no les importan seguir contaminando y permiten que se
sigan vendiendo vehículos de combustión interna. Renuevan los acuerdos con las
empresas explotadoras de las autopistas cuyas inversiones han sido más que
rentabilizadas, lo que nos hace que sigamos pagando cada vez que las utilicemos.
Prolongan el plazo para el cierre de las plantas nucleares, a pesar del peligro
real para toda la población que encierran estas formas de obtener energía
eléctrica. Renuevan sesenta años más la explotación de algunas empresas muy
contaminantes como la celulosa al pie de la ría de Pontevedra. ¿Cómo está el
Gobierno mirando por los intereses del medio ambiente y de todos nosotros?
Algo está mal, muy mal, las
cabezas de algunos no van bien en este país. En otros lugares del mundo está
sucediendo algo parecido, los dirigentes están abducidos, les han lavado el
cerebro, quizás sea una condición obligada para estar en lo más alto, ¿en lo más
alto de qué?, ¿de la miseria humana, del atontamiento? Más bajo es difícil caer
y no es criticar por criticar, que ya hasta de esto estoy cansado, me empiezo a
cansar de meterme con la ineptitud de nuestros gobernantes ¡porque lo ponen tan
fácil! ¿Cómo es que mantenemos gobierno tras gobierno a indecentes de esta
calaña?, ¿Cómo es que nos parece bien abonar los sueldos que ellos mismos se
fijan para sí, cuando legislan en contra de nosotros, cuando son gentes que no
cuidan el medio que respiramos, ni nuestra economía, ni nuestro trabajo, ni
nuestra salud, no nos protegen y no nos respetan?
Cada acto de ellos hablan de lo
que son… ¡unos degenerados!, que se aprovechan de la circunstancias de haber
llegado a lo alto tras muchos años de peloteo dentro de un partido político…
¡son unos chusqueros y chusqueras!, haciendo uso de un término militar con el
que se designaban a aquellos que ascendían solo por los años de servicio, que
no por su valía o sus estudios. De esos hay muchos encaramados en el Gobierno
de la nación sin que sirvan para hacer la “o” con un canuto. Duele mucho esta
pérdida de tiempo y energía en criticar a esta casta, cuando deberíamos emplear
el tiempo todos en mejorar en conjunto, pero si los que se han dado la potestad
de legislar no atienden los fines de interés: bienestar general, progreso,
trabajo para todos, etc., y no buscan la forma de obtenerlos… ¿para qué los
queremos?
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