Toda la población española está
castigada por tener un mal Gobierno. O se hace lo que digan las autoridades
europeas o se hace lo que haga falta o necesite la ciudadanía española. Lo digo
así de tajante, porque como hemos visto,
los intereses de déficit cero de Europa no coinciden con los gastos necesarios
que hay que realizar para que nuestros servicios públicos estén al cien por
cien; tampoco para que los trabajadores cobren un buen salario, ni para que las
condiciones de trabajo sean dignas o decentes. Es ahí donde debe estar un
Gobierno partidario de la gente y no de la Instituciones europeas, no quiere
decir que haya que marcharse de Europa, pero sí que hay que saber anteponer las
necesidades de la población española a los balances contables de la Unión.
El PP bien que incumplen las
leyes o los mandatos europeos cuando les conviene o conviene a los bancos, como
ha sido el caso de la Ley Hipotecaria que lleva más de un año de retraso y Europa
nos va a multar, y digo nos va a multar, porque la mala gestión de nuestros
políticos, como siempre, la pagamos nosotros. La Comisión europea pide que la
sanción a España sea de 105.991 euros diarios, estamos hablando de casi
dieciocho millones de las antiguas pesetas, para que todo el mundo se haga cargo
del asunto. Casi dieciocho millones de pesetas tirados a la basura cada día,
porque al Gobierno le puede más las imposiciones de la banca que el respeto por
el dinero público, que como sabemos no le tiene ninguno. Se ha jactado de
adjudicar obras, acordando sobre precios para que el constructor les devolviera una cantidad en
concepto de donaciones al partido o comisiones, como se quiera leer. Ha
regalado nuestro dinero a las entidades bancarias y cajas que hicieron mal su
trabajo, siendo empresas privadas, no resultando de ello ningún beneficio para
la gente sino para los accionistas que se blindaron pensiones y despidos
millonarios. Son tan indecentes que hacen con lo público lo que nunca harían
con las contrataciones propias, firman avalando cada operación que acuerdan con
grandes empresarios beneficiándoles a ellos y perjudicándonos a nosotros. Por
tanto, si el negocio del empresario amigo no rinde los beneficios previstos, es
el Estado español el que tienen que gratificar con miles de millones de euros a
esos empresarios: Concesionarios de Autopistas, Ciertas constructoras, eléctricas,
etc.
Y ahora como siempre, cargado de
rabia, llegamos a la parte más complicada del asunto, ¿cómo les echamos?, no
nos han dejado herramientas democráticas para que el pueblo decida en cualquier
momento que el gobierno que tenemos no nos interesa y nos está robando. No hay
mecanismos para poder hacerlo, la población no está empoderada, solo nos dejan
las urnas cada cuatro años… medida totalmente insuficiente. Por otro lado, si
la ciudadanía harta, que es como estamos, coge las calles por su cuenta,
entonces, nos llaman anti sistemas, filo etarras y de lo peor que hay sobre la
Tierra. El hartazgo que sufrimos no sé cómo no les da miedo a los que se están
cachondeando de la ciudadanía. Es un abuso el que se comete sobre la gente, se
le abandona, se la saquea, se le empobrece, se le deja sin futuro y sin
ilusión, se le hace vivir en un sistema contaminado y corrupto, el pago que se
le da es el engaño constante, la provocación y la represión de los decretazos
sacados de la manga en una tarde. Esto que sucede en España, desde hace años,
es impropio de una democracia consolidada… el gobierno en muchas ocasiones se encuentra
fuera de la ley y de la constitución. Actúan más como bandidos que como
políticos… esto es inconcebible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario