Me acabo de poner a los mandos de
mi ordenador, tras escuchar en la radio que los políticos del país han
confesado que nos traicionaban y que estaban arrepentidos de ello. Todos han
dimitido poniendo todas sus propiedades a merced de lo que los jueces tengan a
bien hacer con ellas para tratar de compensar a la ciudadanía del engaño que
durante años han cometido, del robo mantenido en el tiempo y de la traición a
la población española. En cuanto he escuchado esto me he puesto a los mandos de
mi ordenador, con el propósito de recoger el suceso tan extraordinario. Pongas
el canal que pongas de televisión no dejan de hablar de esto, igual ocurre en
la radio, todos los medios de comunicación no dejan de informar sobre este acto
inesperado e impropio de la conducta que han mantenido los políticos del país.
M. Rajoy ha confesado el dinero
que se ha estado llevando sin ser declarado a la Hacienda española, también ha
reconocido la caja B de su partido desde el comienzo de la formación política y
todo ese sistema corrupto al servicio del partido y de los intereses privados
de todos los que han conformado la cúpula del partido y del Gobierno. Ha dicho
que ha confesado porque ya no podía seguir viviendo con ese pesar tan grande, más
en fechas como estas, en la que todos deberíamos tener techo y una familia con
la que compartir una buena comida. Ha confesado que han seguido los dictados de
ciertos empresarios y banqueros, perjudicando con ello a la ciudadanía española…
entre lágrimas dijo que estaba muy arrepentido de haber actuado así. Añadió que
su partido había pactado en diversas ocasiones con el PSOE, extremos de interés
para ambos partidos, pero contrarios a los intereses y al bienestar de la
población, reconociendo que eso es de mal gestor y hasta habló de acto de traición…
Bueno, hasta aquí la broma, la
ficción, que a muchos nos gustaría que sucediese, el arrepentimiento de los que
han obrado mal, porque ese es el primer paso para encausar las cosas. Nunca es
tarde cuando la gente se vuelve buena y deja de actuar mal a sabiendas de que
lo que hace perjudica a una gran cantidad de personas. Siempre hay un momento
en el que la gente puede lamentar lo que ha hecho en el pasado. Siempre hay
tiempo para rectificar y hacer lo que se debe hacer por el bien de todos.
Actuar así, no resta sino que suma, dice mucho de la persona que se arrepiente.
Todo esto es mentira, pero imagínense que sucediera y M. Rajoy comienza a hacer
decretos a favor de la ciudadanía, como debe ser, para eso es la que mantiene
todo el sistema. Cuando digo a favorecer a la gente, no quiero que se entienda
que saca cosas de la manga contrarias al sentido común, por ejemplo: que ellos
se bajen el sueldo, que quiten las pagas vitalicias con carácter retroactivo,
que quite todo tipo de subvenciones, también a partidos políticos y sindicatos,
que eleven el SMI al nivel de los primeros Estados europeos, que todos los
jueces y fiscales trabajen en total libertad contra todos los delincuentes,
sean del partido que sean o pertenezcan a la clase social que pertenezcan. Que
inviertan nuestro dinero correctamente y justamente, sin sobreprecios, para
industrializar el país y acabar con el desempleo, etc. Lo dejo aquí, porque o
bien no he despertado y sigo soñando o, he creído que los reyes magos existen y
nos han traído un regalo extraordinario, o bien nos ha tocado el gordo de la lotería
de Navidad, y la lotería ya se jugó. ¡Lo siento, tenemos al mando a los mismos
indeseables!
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