Llegó el frío, las casas se ponen
como témpanos y lo que deseamos todos es poner los calentadores casi todo el
día, porque son necesarios para templar un poco el hogar. Esto es lo normal,
pero no todas las familias se lo pueden permitir, hay mucho desempleado
cobrando ayudas de 426€ y pensionistas con pensiones ridículas que no pueden
pagar electricidad y comer al mismo tiempo, o se calientan o comen. Parece
exagerado pero es así, es una verdad ignorada por los que pueden poner la
calefacción, comprar regalos por Navidad, tienen trabajo, salarios normales o
dignos y se permiten salir a comer con amigos para celebrar las fiestas que
vienen. Sin embargo, es bastante doloroso saber de esas personas que no tienen
dinero más que para mal comer y se acabó, no da para más, los ridículos ingresos
no se estiran. ¿Esas personas son las castigadas de nuestra sociedad, no tienen
derecho a una vida digna?, ¿qué hacen los gobiernos para solventar esta lamentable
situación de pobreza?... nada o casi nada, pues se ha de saber que PP y PSOE se
han opuesto a que los suministradores de energía dejen de cobrar a esas
personas que o pagan sus servicios o comen. También hay quien está peor, y
ustedes se dirán: ¿se puede estar peor?, pues sí, se puede estar sin ingresos
en una casa porque todos sus miembros estén desempleados y se les hayan acabado
las prestaciones, ayudas, etc…. ¡esto duele mucho!, y no solo por las fiestas
que vienen, en las que se les ablanda el corazón a algunas personas que en todo
el año no se acuerdan de los que son más desfavorecidos. Duele porque esas
personas tienen necesidades, seguramente, también deseos como los demás, pero
tienen que aguantarse por completo, no se pueden permitir nada. Es como si la
vida estuviera pasando por el lado de ellos, ellos o ellas no pueden moverse de
esa posición terrible de pobreza que les inmoviliza y les ataca psicológicamente,
produciéndoles cada día una menor autoestima.
Entre todos debemos ayudar a esas
personas para que adquieran el nivel general de bienestar y, para ello, es
necesario en primer lugar que vuelvan a entrar ingresos en sus hogares, ha de haber
trabajo para todos, esto es imprescindible. Todo el esfuerzo principal de
cualquier gobierno decente, digno y racionalmente humano, debería ser el de
conseguir un país con trabajo para todos, un país con tal número de empresas
rentables, que asegure el trabajo para todos. Ese es un país sano, en el que se
va a mover el dinero, se va a consumir porque entra dinero en las casas, las
empresas van a vender y la industria no va a dejar de fabricar, esto es así, se
convierte en un círculo vicioso de rentabilidad para todos. A pesar de ello, ¿qué
han entendido los gobiernos?, yo diría que nada o casi nada, aplican políticas
de austeridad y recortes, cierres de empresas, más despidos, bajadas de
salarios, mayor pobreza generalizada, políticas del miedo y endeudamiento
público bestial, ¿a dónde nos lleva este laberinto de irresponsabilidad?... al
sometimiento ante los poderosos, a la pérdida de soberanía popular, a la
privatización forzosa, a la corrupción más absoluta y a las acciones mafiosas
en las que se regala o se pierde el dinero público a raudales. Los gobiernos se
han vuelto locos, se han dejado hipnotizar por la UE, el BCE y el FMI, porque
ellos si se calientan todos los días, comen de lujos en los mejores
restaurantes de la ciudad, y tienen salarios millonarios y, por si les parece
poco, algunos, muchos se aventuran a jugar a la traición a sus países, haciendo
negocios en paraísos fiscales. Esta es la otra cara de la moneda de la realidad
que se vive en las ciudades, y hemos llegado ahí, a ese punto, porque los
políticos que nos han gobernado no sirven para hacer la “O” con un canuto, al
menos en lo que respecta a gestionar eficazmente para el bien de la ciudadanía…
para robar son números unos. ¡Qué tengan un buen sábado, reflexionen, y tomen
conciencia!, al menos que a nosotros no nos sigan hechizando con sus engaños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario