Se acabó la jornada de reflexión,
el absurdo día en el que no se puede pedir el voto porque así lo dice la ley.
Hoy hay que votar, hay que jugar a ceder el poder a unas personas que tal vez
no se lo merezcan, ¿son integras, honestas, han explicado adecuadamente su
programa, saben hacia dónde se dirigen, cuáles son sus objetivos, adivináis las
promesas que han hecho en campaña, pero que no piensan cumplir? Este es el
juego de empoderar a algún individuo o individua y a sus respectivos partidos,
porque la ley no prevé otra salida en la que el empoderamiento sea y siga
siendo de la ciudadanía. Se inventaron lo de representarnos, lo de los líderes
y todas esas estrategias y patrañas para dejarnos fuera de juego, precisamente,
a nosotros.
Al margen de lo dicho, que de
momento no están los políticos por cambiarlo, hay que jugar a lo que nos ponen
por delante y hay que tener memoria de lo que hacen los partidos y, sobretodo,
de lo que han hecho en estos tiempos atrás, cómo han legislado en contra de la
ciudadanía, cómo han regalado los dineros a los bancos, a las concesiones de
las autopistas, a algunos importantes constructores, cómo han engrosado las
cifras abonadas de casi todas las adjudicaciones para realizar construcciones
de alguna índole o infraestructuras para las ciudades, cómo han privatizado,
cómo han recortado en servicios públicos, pero por encima de todo,
identificadles, son los que gobiernan y los que les apoyan, los que han sido
los siervos necesarios para impulsar los decretos injustos impuestos a pesar de
ser contrarios a los intereses de la ciudadanía. Tenedles presentes, todos los
conocemos, todos sabemos que PP, sin PSOE Y C’s, no hubiera podido imponer
tantas medidas de pobreza como han impuesto a la población española… hay que
castigarles por tanto, no hay que votarles a ninguno de los tres… que les voten
sus militantes y familiares… ningún voto más.
Sé que en el fondo no será así
porque la gente es muy maleable, se deja manipular con facilidad, le convencen
con facilidad, lo que hace que el voto sea volátil y puede caer de cualquier
lado, a veces es imprevisible, por eso en los últimos actos electorales se
equivocaron tanto las empresas demoscópicas. La gente vota y parece que lo
perdona todo aunque esté muy jodida… no lo entiendo. Hay que exigir un mínimo
de respeto a la ciudadanía, una gestión transparente y eficaz que asegure el
progreso y el bienestar, pero lo que hemos tenido nos ha llevado a la ruina amparándose
en la estafa llamada crisis, creada por la codicia desmedida de sus amigos los
banqueros, a los que posteriormente les han regalado nuestro dinero, a los
mismos que no se atreven a exigirles su devolución, porque a cambio les han
condonado sus deudas, las deudas que tenían ciertos partidos con los bancos,
como: PP y PSOE, esto tampoco hay que olvidarlo a la hora de votar… nos han
robado. Nos han robado, también, en todos esos casos de corrupción que tienen
tanto el PP como el PSOE, y ambos pactan a nuestras espaldas para que no se les
puedan juzgar o para que sus ex presidentes no tengan que ir a ninguna comisión
a rendir cuentas de su corrupción. Esto hay que castigarlo en las urnas, esto
hay que tenerlo presente o, ¿qué clase de pueblo somos que no lo tragamos todo?,
¿no tenemos dignidad?
El 155 estará establecido por la
ley, pero esto no quiere decir que la ley sea justa, es la forma dictatorial
que tiene un gobierno de imponer por la fuerza soluciones que son del ámbito
político, pero en lugar de hacer política, prefiere que el asalto a las
instituciones sea el cauce que le facilite poner su orden, que no tiene que ser
el orden lógico ni justo, es el orden que pretende el gobierno de turno… las fuerzas
de seguridad del Estado a sus pies porque así lo dicen las leyes. No olviden la
intervención que el 155 ha significado en Cataluña y voten en consecuencia.
No soy catalán ni vivo en
Cataluña, pero respeto lo que quieran los catalanes. Me gustaría una España con
Cataluña, todos juntos haciendo un país sin desempleo, industrializado,
avanzado, próspero, de los más modernos y con más recursos del mundo, pero
desgraciadamente nuestros políticos prefieren jugar a Europa y poner la
soberanía española a los pies de los poderes europeos: BCE, FMI, Merkel, etc.
Cuando un país es alucinante en todos los sentidos, su población no quiere
irse, pero eso no es lo que está sucediendo en España, que cada vez es más
pobre y está más endeudada… ese es el crecimiento económico anunciado a todos
los vientos por el PP… hucha de las pensiones vacía y haber duplicado la deuda
pública… ¡España va bien!
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