La Casa Real anunció que se subía
el sueldo un 1,5% como los funcionarios, pero claro, sus salarios no son los
mismos que los de aquellos, cada mes no va a representar una mejora como la de
los salarios de los trabajadores públicos. Por otro lado, cuando se mueve
cualquier mejora que repercuta en la ciudadanía, falta tiempo para que salga
algún aguafiestas con aquello de: de dónde sacarán el dinero o, bien, el
gobierno se pronuncia en el sentido de impedir la mejora porque no hay dinero.
Casualmente, en esta ocasión, el Gobierno no dice ni mú, como si la subida
millonaria fuera de pleno derecho a pesar de la situación por la que pasa el
país. Lo típico, sin miramientos, el rey dirá que qué le importa como estén las
cosas, que se estiren un poco más los españoles, que ellos no pueden vivir con
medio millón de euros mensuales que vienen a ingresar entre el salario del ciudadano
Felipe, de la ciudadana Letizia y de las hijas de ambos. A estas prebendas, hay
que añadir las recibidas por el rey emérito y por la reina madre, casi
trescientos mil euros mensuales más… ¡calderilla!
No llego a comprender por qué nos
tenemos que hacer cargo de esta familia, por qué le tenemos que dar de comer y
pagar sus caprichos entre todos los españoles. Por qué tienen más derecho que
el resto, por qué más privilegios que los demás, y para el colmo son
inviolables, hasta se pueden llevar los dineros a paraísos fiscales que no pasa
nada. Pueden cobrar comisiones de las ventas de armas o de las compras de
barriles de petróleo, yo creo que nos hemos buscados unos comerciales que nos
cuestan demasiado dinero y nos rentan bien poco. A los que se han jubilado que
los incluyan en las normas o leyes de jubilados y que les pongan a la máxima
pensión, creo que son unos dos mil cuatrocientos euros mensuales, y los que están activos,
que son jóvenes, fuertes, guapos y están preparados según dice su padre, que se
busquen trabajo y se ganen la vida, si puede ser sin ser enchufados, mejor que
mejor. A ver si les vamos a dejar de pagar por un canal y le vamos a seguir
pagando por otro.
Esto no puede ser, nadie mueve
una coma para poner a esta familia en su sitio y con los pies en el suelo. No
estamos en la Edad Media, se ha terminado todo ese cuento de los reyes y los súbditos,
ahora solo hay reyes en los tableros de ajedrez. Con educación, hablando se
entiende la gente, España es un sistema participativo en cuanto a poner dinero
se entiende, en el que se debiera repartir los gastos propios del Estado entre
todos en partes proporcionales a sus ingresos o beneficios y no llego a
entender que haya personas privilegiadas que vivan del colectivo. Por eso
tampoco llego a entender que la Iglesia tenga un trato de favor, o que la clase
política se fije sus salarios y prebendas, tampoco que lo haga el rey, porque
para todos hay dinero menos para las reclamaciones de la ciudadanía.
Hemos perdido el norte, muchos se
han creído que los dineros pagados por la ciudadanía en concepto de impuestos
es una hucha de ellos, en la que pueden meter la mano cada vez que les parezca.
El país está pervertido y se va instalando esa máxima: “mientras yo y los míos
estemos bien”, o “roba, llévate todo lo que pueda, si no lo haces va a venir
otro y se lo va a llevar”. Mal, mal vamos y los políticos no dan ejemplo de
otra cosa, ellos y sus partidos por delante. La recaudación de donaciones a
cambio de adjudicaciones amañadas es un recurso muy recurrido por todas las
formaciones que gobiernan. Juegan a caballo ganador fuera de las reglas de
juego, se convierten en delincuentes con suma facilidad. España está rota y
quebrada técnicamente, debe más de lo que genera. A pesar de ello, en la inconsciencia
de las autoridades, siguen estirando el chicle, ¡hala!, nos subimos algunos
miles de euros más porque con treinta mil euros que entran en casa mensualmente
no hacemos nada. Imaginen qué harán las familias sin empleo, sin ingresos, con
pensiones ridículas o salarios de risa… lo que hay es que tener un poco de
vergüenza, y ustedes no la tienen.
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