EL TIMO DE LAS ELÉCTRICAS CON AYUDA DEL PSOE

Cuando el Gobierno le quita a las eléctricas el impuesto sobre la generación de electricidad, tan solo beneficia a estos monstruos empresariales, la excusa es rebajar la factura de los consumidores, algo que sabe es mentira, pues de llegar su repercusión a los usuarios del servicio, representará una bajada inferior a dos euros. El precio de la electricidad lleva tiempo subiendo incesantemente porcentajes bestiales, que de ningún modo se compensa con la posible reducción en las facturas. Sin embargo, el 7% que era el impuesto sobre la generación de toda la electricidad obtenida por esas empresas, son millones de euros de ahorro para las empresas. De nuevo, estamos ante un engaño o traición a la ciudadanía con tal de beneficiar al monstruo eléctrico, la puerta giratoria manda y está bien presente para el político.

Igual que cuando una empresa se presenta en un concurso público con un precio descaradamente inferior al resto de las ofertas es rechazada por baja temeraria, por qué no se topan las subidas salidas de tono, por qué no se limitan o prohíben estos abusos, mas cuando el Estado tiene una relación tan estrecha y especial con las eléctricas puesto que fueron nuestras y casi regaladas a amigos de los que gobernaban. Una vez más, nos encontramos frente a un caso que viene a ratificar lo que todos sabemos, que el Gobierno no está del lado de la ciudadanía, y lo reitero por si todavía alguna alma cándida lo tenía en duda. El Gobierno, éste y los anteriores, están del lado de los grandes empresarios que les hacen donaciones en negro para el mantenimiento de sus partidos, que son recompensadas con adjudicaciones amañadas y dadas a dedo, el resultado es que ambas organizaciones: partido y empresa, se enriquecen. Si un partido en el gobierno es untado por los empresarios puede gastar mucho más dinero en sus campañas, por lo que, en elecciones, pelea en ventaja con respecto a los demás partidos políticos.

El precio de las eléctricas se dispara injustamente porque se aplica como precio de salida el coste del método más caro en la obtención de la energía. Las eléctricas están obteniendo electricidad por muchos medios: quemando biomasa, fuel, carbón, mediante energía solar, eólica, hidráulica, mareomotriz, nuclear, etc., incluso si hace falta más la compran a otros países. Cada proceso de estos tiene un coste diferente, pues bien, las eléctricas toman como precio de salida para fijar el precio que pagará el consumidor, el más elevado de todos, a partir de este aplican los impuestos y así esto se va por las nubes, ¿por qué no son las eléctricas obligadas a aplicar el precio medio resultante de toda la electricidad obtenida por todos los procesos referenciados anteriormente? No se hace porque el Gobierno les estaría privando de que obtuvieran millonarios beneficios al tiempo que empobrecen a toda la población, y como dije antes, los gobiernos no están con la ciudadanía sino con los que tienen la pasta, los que les pueden hacer llegar dinero bajo cuerda, los que les dopan en las elecciones, los que les aseguran puestos de trabajos en consejos de administración al final de sus carreras políticas. Así que cuando sale una ministra a anunciar una medida como esta de quitar un impuesto a la generación de electricidad, esa maldad, solo puede ser recibida con risas y no muy buenos deseos. ¿Quieren de verdad aliviar la situación de las personas más humildes de nuestra sociedad?, pues obliguen a las eléctricas a reducir su precio hasta ajustarlos al coste medio real de obtención de la electricidad. Topen los salarios millonarios de los presidentes y asesores o miembros de sus consejos de administración, háganles bajar a tierra y que pongan los pies en el suelo. Hagan una ley para que las personas que deseen procurarse su propia electricidad no tengan ningún tipo de penalización. Obliguen a las eléctricas a recibir los excesos de electricidad producida por los ciudadanos y a descontarlas de la electricidad que consuman, ambas a igual precio, en horas en las que los paneles solares no produzcan. Limiten el precio máximo del Kilovatio/hora que puedan cobrar las eléctricas. Además de lo expuesto, si hubieran querido ayudar, hubieran bajado el IVA al 4%, por ser la electricidad un producto de primera necesidad. Trabajen para la ciudadanía de una vez por todas, que es la que paga vuestros salarios.