Después de tantos años, todo en
esta sociedad debiera estar encarrilado, pero te das cuenta que hay un estado
de perversión tal, que casi todo está por hacer, por regularizar, que hay que
poner orden, pero al mismo tiempo ves que no hay voluntad política de que así
sea. La mente se te vuelve terrorista, piensas en cosas que no se debieran
pensar, la indignación te achicharra el hígado y el instinto animal de supervivencia
lo tienes a las puertas, espera salir y arremeter contra los culpables que te
salgan al paso. Comienzas a comprender
lo que es llegar a atentar contra personas indolentes que consienten la
opresión de la población, gente que no mueven ni un dedo contra la injusticia adrede
instalada para beneficiar a ciertos personajes más o menos conocidos de esta
sociedad, que a la vez perjudican a una mayoría trabajadora que solo se levanta
cada día con el afán de poder llevar su, cada día, más mermado salario a casa.
El sentimiento es de desesperanza, es lo que se siente cuando se ve lo que se
tiene enfrente, no son personas, son muros de maldad, son enemigos de la gente
de bien, son extractores del jugo de la vida ajena, son explotadores, son
mafiosos, son verdaderos avaros, gentes sin principios ni valores humanos… ¡son
ratas!, así son los que están al mando, los que tenemos enfrente.
Los que gobiernan ayudan a esa
escoria humana, en lugar de ayudar a la gente humilde y trabajadora que son los
que sostienen todo el sistema social que aquellos convirtieron en un
estercolero corrupto y pestilente. Hiere allá por donde se trate de investigar
un poco, las bases están podridas, los métodos son repugnantes y sus reglas son
amorales. Todo está dispuesto para someter a la población y debilitarla
mediante la fragmentación. Se induce a la gente para que pelee ideológicamente y
esto impida que se pueda llegar a unir, pues de esa unión se deriva la fuerza
para la pelea, para discutirles el poder a esos seres cobardes, insensatos y
criminales. No exagero cuando digo lo que estoy diciendo, lo que sucede es que
hay cantidad de gente programada, tonta, sorda o ciega… minusvalías irreales
provocadas por el condicionamiento de los medios de comunicación y porque no
les dan un instante para que esa gente pueda pensar por sí misma. Son clones ideológicos
pero privados de los beneficios materiales que los líderes sí obtienen, por lo
que podríamos estar hablando de idiotas al servicio de sus opresores. Papagayos
que repiten incesantemente el mensaje de condicionamiento de los inductores del
caos.
Después de tantos años de
existencia, muchas mentes solo se han empleado en hacer un sistema de
confrontación de personas a las que se les saquea a voluntad, a las que se les
manipula cuando se necesita para llegar a obtener los mayores beneficios monetarios.
Se vende la idea de justicia sin haberla, se hace algo similar con la
democracia, se venera un Dios que nadie ve ni sabe dónde se esconde, se conceden
unos privilegios a ciertas instituciones que nos han sido impuestas, como la
Iglesia o la monarquía, nos roban los que dicen que nos representan aunque
ninguno nos sentimos representados por esos impresentables… y nos roban… y nos
roban como si la bolsa pública no tuviera fin. Estiran y estiran inconscientes
de que se ha llegado a los límites de lo soportable en todos los sentidos.
Rozamos el odio a todos esos que actúan de ese modo tan cruel con la ciudadanía
y no tenemos las herramientas legales para solucionar nada por un modo pacífico
que es como se deberían solucionar los problemas. Los únicos responsables de haber
llevado a la sociedad al punto en el que estamos son ellos, aunque suelen
cargar el muerto sobre nuestros hombros… ya lo hicieron con la crisis y no
dudarían en volver a hacerlo la próxima vez, nos consideran el blanco sobre el
que se pueden seguir divirtiendo mientras disparan sus armas. Tienen el sistema
bien agarrado, han sido muchos años de manejar la situación y hacer leyes a su
antojo. La gente estaba preocupada con buscar trabajo y sacar a sus familias
para adelante lo mejor que han podido. La obligada despreocupación ha sido
aprovechada por esos traidores que mandaban para despojarnos de derechos,
libertades, privándonos de un mayor progreso en todos los ámbitos de la vida.
Avanzaron aquellos que mayores rendimientos económicos les producían a ellos,
no trabajaron ni trabajan para servir a la ciudadanía y procurar su mayor
bienestar. Empobrecieron a la población vendiendo todos los activos
industriales o empresariales propiedad de toda la ciudadanía, que eran
rentables y estratégicos, lo hicieron sin pudor alguno, nos empobrecen a
conciencia, son traidores, son tiranos del pueblo, son indeseables, son
delincuentes públicos debido a los cargos que ocupan, y de lo público porque
nos roban a nosotros y nosotras. ¡Abajo la tiranía rancia con apariencia de
democracia moderna! ¡Luchemos contra ella!
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