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Hoy, lamentablemente, tenemos que
volver a hablar de despidos, y no me refiero a los que todos los años por este
tiempo se quedan sin empleo por ser final de temporada turística, sino a los
empleados de la factoría Vestas, situada en León. La fábrica danesa de
aerogeneradores quiere mandar a toda la plantilla a la calle, al tiempo que lo
que pretende es deslocalizarse, bien a Argentina, bien a Rusia, buscando pagar
una mano de obra más económica, en ningún momento se ha argumentado pérdidas ni
nada por el estilo… quiere obtener mayores beneficios.
Vestas ha esperado el tiempo
necesario para agotar el plazo por el que la Administración le podría haber
reclamado la devolución de las subvenciones adjudicadas a dicha empresa. Se han aprovechado del dinero público español
para fabricar con menores costes, obteniendo los mayores beneficios, y ahora si
te vi no me acuerdo, todos a la puta
calle que voy a recoger y os voy a dejar tirados. El Gobierno como un calzonazo,
una vez más, a tragarse el atraco de dicha empresa y a quedarse con los parados
de una firma que no presenta números negativos, si acaso, que no alcanza el
volumen de beneficios que pretende obtener.
Para estos casos, son para los
que yo soy muy drástico y pido al Gobierno, puesto que no es el primero ni el
último, que vaya pensando en una ley de expropiación industrial. No se le pueden
dar todas las ventajas a las empresas extranjeras que se ubican en suelo
español, además de subvenciones de dinero público, y dejarlas marchar
libremente. En los casos que tengan beneficios como en esta ocasión, hay que
exigirles continuar la actividad industrial, y si dan una negativa por
respuesta, hay que expropiar las instalaciones, la materia prima, las máquinas,
los fabricados acumulados en las instalaciones y hacerse cargo la
Administración de la fábrica… la plantilla está, solo hay que mandar a los
dueños a sus casas. ¡Basta ya de abusos y chantajes! La Administración pública
parece no tener amor propio ninguno o que el dinero público no le duele,
siempre está argumentando que de hacerlo ningún empresario extranjero
invertiría en España y no es cierto; no invertirán los especuladores granujas
que llegan con la intención de chuparse las subvenciones, fabricar a menores costes
y tener una ventaja con respecto a su competencia en el mundo. Cualquier
empresario sensato aceptará que le arrebaten todo si quiere echar a la gente a
la calle, llevándose la fábrica, teniendo beneficios. Lo que sería muy injusto,
yo mismo no invertiría en un país, en el que te pudieran expropiar tu negocio
cuando la Administración de ese país quisiera, que no es el caso que planteo.
Los políticos no sé qué sacan de todo
esto para seguir argumentando lo que argumentan, siempre están del lado de los
que aparentemente ponen la pasta, ¡qué casualidad!, pocas veces se equivocan y
se ponen del lado de la ciudadanía. Si no nos protegemos entre nosotros, no van
a venir de fuera a hacerlo. El dinero público no puede servir para dar ventajas
a empresarios que tarde o temprano te dejan en la estacada, hay que despertar,
hay que exigirles y asegurar lo nuestro. El bienestar de las personas pasa por
tener un puesto de trabajo, es por ello que cualquiera que dice representarnos
no puede permitir que estos empresarios con poco a ninguna sensibilidad humana,
buscando más beneficios deje a un montón de personas en la calle, hay que
articular la forma de pararles los pies a esos empresarios en esas
circunstancias.
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