Esta madrugada, a las 4h
aproximadamente, me despertó la noticia, es la forma acostumbrada desde hace
años en la que me informa la magia de la vida. Supe que te ibas, que te
liberabas de la prisión mental, que dejabas tu vehículo, que trascendías esta
grosera existencia. No es un adiós definitivo sino un hasta luego, porque estoy
convencido que nos volveremos a ver en otra dimensión de la vida. La gente deja
de ver el vehículo y todos piensan que todo se ha acabado, por el momento dejémoslo
ahí, así la sorpresa será mayor. Ahora solo espero que disfrutes del camino de
luz de vuelta a casa y que desde el otro plano prosigas la tarea que un día
comenzamos juntos y para la cual te preparaste concienzudamente a través de las
continuas lecturas. Te has ido porque ha llegado la hora de que las pongas en
práctica y ayudes a los que aún no hemos despertado del todo.
Te recuerdo, cómo no voy a
hacerlo, has sido una de las personas con las que mejor he congeniado a lo
largo de esta existencia, de la actual, porque como sabemos, quizás haya habido
otras muchas. Hemos compartido una forma parecida de ser, de sentir y unos
objetivos espirituales, a ninguno de los dos nos ha interesado mucho o casi
nada los bienes materiales, al menos en mi caso siempre ha sido así, creo que
tú también podías pasar sin ellos. Optamos por el trabajo interior, por vivir y
aprender en esta existencia algo que nos completara y nos ayudara a trascender
este plano, ahora tú lo has conseguido tras tres años de sufrimiento y me
alegro mucho por ti, amigo.
De ese trabajo interior surgieron
ciertos valores y un amor, que nos hicieron cambiar sin pretenderlo expresamente.
La conciencia alcanza a más gente, y poco a poco llegó a abarcar a toda la
humanidad, entendiendo que somos parte de ella, un todo con ella, que somos la
humanidad misma. Por eso no hay proyecto alguno si no incluye a toda la
humanidad, hasta el último ser del Planeta. Bueno, todo esto ahora no importa,
importa tu liberación, tu trascendencia, hacerte consciente de tu nuevo estado,
de tu viaje continuo como energía que eres.
Un día intuí que las cosas no
tenían que ser finitas, que eso era algo aprendido, que las cosas siempre eran,
que la vida siempre es, que el mundo era como un huevo Kinder en el que había
varios huevos, unos dentro de los otros. Por tanto, nadie se va a ningún lado,
siempre está aquí pero en otra frecuencia de vibración en la que no necesita
más tirar de un cuerpo. Habría que celebrar que las personas avancen en un
viaje que es obligatorio para todo el mundo. No hay que dramatizar lo que es
natural y parte de la vida misma… la energía no se pierde sino que se transforma,
y la vida es energía, todo es energía. El Universo es energía, una mesa es
energía, nosotros somos energía, los animales y las plantas, también lo son.
Ya sabes, abandónate a la luz que
ella te conducirá a casa, ¡hasta dentro de un rato!
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