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Ayer asistimos a la entrevista
light que la periodista Ana Pastor le realizó a Pedro Sánchez, faltó raza periodística,
seguramente porque la entrevista había sido pactada en esos términos. Se pasó
por muchos temas de puntilla, hizo preguntas que todos los medios han realizado
de un modo u otro, nada nuevo, no fue incisiva, procuró no hacer daño, protegió
la figura del Presidente y nos dejó a todos con la boca abierta y preguntándonos:
¿eso es todo?
Ha sido, tal vez, la entrevista
más floja de las que le he visto a esa periodista. Ya estamos hartos de
escuchar al presidente hablar de honestidad y transparencia, y ya estoy harto
de recomerme por dentro con el tema de la dichosa lista de defraudadores que
tantos meses o años se llevó Pedro anunciando y amenazando al PP, con
publicarla el día que llegara a la Moncloa. Pues ya está y ahora dice que no la
puede publicar porque no le da la gana de modificar la ley para hacerlo. Pero
el motivo no es ese, sabemos que no lo hace por las personas que ha debido
encontrar en esa lista de defraudadores… debe haber demasiados amigos incluidos
en la lista. De nuevo un ejercicio contrario a la transparencia, un ejercicio
de engaño a la ciudadanía, una dejación de funciones de su cargo puesto que
como se denomina, es una lista de personas que han defraudado, que son
delincuentes; por eso, lo malo no es que no se difundan sus nombres, que
también, sino que no se haga nada por condenarles. Son delincuentes y hay que
denunciarles en los juzgados, hay que procesarles, ¿o es que el Gobierno va a
indultarles, va a permitir que todos vuelvan a ser un caso más de impunidad de
un débil Gobierno?, ¿qué manera es esa de impartir justicia entre los españoles
y españolas?, ¿hay delincuentes que son protegidos por el propio Gobierno?...
todo esto es muy descarado.
Eso que acabo de comentar, desde
mi punto de vista es grave pues deja las puertas abiertas a que haya una nueva
ola de fraudes, pues ya conocen cómo terminara… con la protección del Gobierno
hacia ellos. Un segundo tema, igualmente, para mí muy preocupante es el
absoluto mutismo acerca de la visita que el especulador mundial, Soros, le hizo
a Pedro en cuanto se alzó a Presidente del Gobierno. Ese individuo es considerado un tipo muy peligroso para
cualquier país, pues se entromete en las políticas, crea guerras, crea crisis
económicas, puede hacer casi cualquier cosa por muy aberrante que sea para
sacar beneficios de ella. Vuelvo a decir: es un tipo peligrosísimo y
desconocemos lo que pactaron, porque ese no viene a felicitar a Pedro por su
triunfo, ese viene a pactar, a comprar la voluntad del Presidente en ciertos
aspectos de su interés, ese viene a fijar un rumbo a seguir para el país y solo
Pedro y él saben las condiciones del acuerdo. Lo veremos rápidamente en cuanto
salga Pedro de la Moncloa, seguramente, la puerta giratoria lo absorberá como
si de un agujero negro se tratase, amén de la pasta que le pueda estar llegando
en negro.
Con estos dos temas, sin dejar
que Pedro se escapara, probablemente, Ana Pastor lo hubiera tenido contra las
cuerdas, hubiera echado por los suelos toda la propaganda absurda e incoherente
del Presidente de transparencia y honestidad… en definitiva, lo hubiera noqueado.
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