Los dueños de
la firma Magrudis se van a acordar de la listeria para toda su vida. Han tenido
la mala suerte de que en su proceso de producción se haya desarrollado esta
infección bacteriana, y que se hayan contagiado sus productos, causando varias
muertes y más de doscientas personas resultando infectadas por listeriosis.
Hasta antes de ayer, como quien dice, no habíamos oído nada acerca de ese
bichillo que causa, por lo general, un proceso similar a una gastroenteritis, pero
en personas con las defensas bajas puede llegar a provocarle una infección
general y hasta la muerte.
El caso revela
que andar con alimentos es mucho más delicado de lo que podamos imaginar, y que
de ningún modo se puede procesar alimentos con descuido o sin aplicar todas las
medidas rigurosas de desinfección y pulcritud necesarias para preservar los
alimentos libres de cualquier infección. Yo me pregunto: ¿qué clase de control
de calidad y análisis se le ha efectuado a esas carnes mechadas antes de
servirla a los clientes?, es evidente que no se debieron realizar una vez obtenido
el producto y antes de ser envasado, pues de lo contrario, la empresa hubiera
detectado la infección antes que nadie, y no hubieran tirado la empresa por la
borda. ¿Es mala suerte?, tal vez sea una probabilidad entre mil, pero es
evidente que le ha tocado la bala que había en la recámara del arma con el que
han jugado a la ruleta rusa. Hay que ser mucho más consciente en la limpieza y
desinfección de la maquinaria y útiles empleado en el proceso de fabricación de
alimentos, seguramente no vale un repaso debajo del agua y secarlo con un paño.
Hay que ser muy escrupuloso en las medidas de higiene que deba aplicar en cada
momento y todos los días del año, todas las empresas dedicadas a la
manipulación de alimentos. Al menos va a servir para que por un tiempo, hasta
que se vaya olvidando lo sucedido a la firma Magrudis y a su carne mechada de
marca comercial “La Mechá”, todas las empresas del ramo alimentario intensifiquen
las tareas de desinfección y limpieza de todas las máquinas y útiles empleados
en sus procesos de fabricación.
Una vez ha
saltado la alarma social al respecto, y las carnes mechada antes citada de la
empresa Magrudis se han retirado del mercado, que ya es un palo económico y un
mayor descredito de su imagen industrial y comercial; ahora le toca ser investigado
el resto de productos que salen de esa misma fábrica, porque también podrían
llevar bacterias. Lo más probable es que haya otros productos afectados y la
empresa tenga que permanecer en cuarentena y sin producir género, sin vender,
no pueda pagar, tanto sanción como salarios de sus empleados, cotizaciones a la
Seguridad Social, impuestos, etc., y tenga que cerrar sus puertas. Una vez más
yo vuelvo a mis pensamientos, que por supuesto pueden estar equivocados, pero
la necesidad de vender y vender, porque los números, desafortunadamente, van
por delante de todo, provoca que sucedan estas cosas. Se ahorra dinero si no se
manda a analizar una muestra de cada fabricación. Se coloca el género más rápidamente
si no hay que esperar los resultados de los análisis. A correr… a correr… a
vender… a vender, siempre con el objetivo de vender más y más, siempre con el
deseo de ganar más y más. Este un principio muy extendido entre toda la clase
empresarial: por lo que pagan, tienen que obtener los máximos beneficios, pero
¿de qué forma, a qué precio, incluso de vidas humanas? Fabricad como queráis,
ya que es esa vuestra filosofía de vida, pero al menos aseguraos analizando
lotes de cada fabricación, que sepáis lo que estáis poniendo en la calle.
Conservad en vuestros archivos los informes del laboratorio, guardaos las
espaldas y tened la tranquilidad que vuestros productos no van a causar daños a
vuestros clientes y consumidores ocasionales.
A partir de
ahora, qué se hace si es la primera vez que le ha ocurrido a esta empresa. Le
pondrán una sanción, tendrá que desinfectar toda la maquinaria y los útiles, y
supongo le dejarán volver a la actividad, porque en España no existen las condenas
rotundas contra la clase empresarial, siempre le dejan respirar por el chantaje
que se produce de aumento de la cifra de parados. En España no hay una ley que
expropie una fábrica por negligencia con resultado de muerte y se haga cargo la
Administración, pero sin poner a ningún político al mando, sino que se contrate
por méritos a la dirección y se le siga dando trabajo a la plantilla actual. De
esa manera, el único que se queda sin trabajo es el responsable o responsables
de Magrudis, no sus empleados. La fábrica una vez desinfectada, y con todas las
garantías, sigue haciendo lo que sabe hacer y para lo que está preparada,
pasando a ser responsable de ella la Administración pública… no todo va a ser
privatizar empresas públicas rentables y/o estratégicas.
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