Ya está bien
de tener cedida la soberanía del pueblo a cambio de nada o de muy poco. Hay que
poner fin al cambio de cromos en el que se ha convertido la falsa
representación que los políticos dicen ejercer hacia el pueblo. El pueblo es
mayor de edad y sabe qué necesita, lo puede pedir directamente sin representantes,
y lo puede obtener porque es el pueblo el que pone el dinero para que todo
suceda en esta sociedad. No más engaños ni traiciones a la ciudadanía. No más
desprecio ni más corrupción a costa de la ciudadanía.
El bloqueo de
este y todos los gobiernos se debe a la propia lucha por el poder que
mantienen, al margen de los intereses de la gente. A ellos no les urge que haya
gobierno, sino que el gobierno sea el que quieren y en las condiciones que
desean. Todos quieren seguir mandando y poder seguir dictando las condiciones
de la partida en la que siempre ganan los mismos, los que tienen potestad de
imponer las reglas del juego, que son los políticos. Ellos llegan a los cargos
y se suben sus salarios un cuarenta por ciento, pero subir las pensiones a la
gente trabajadora un miserable tanto por ciento para igualarlo al engañoso, o
más que dudoso, IPC que dicen ha subido, supuestamente, la carestía de la vida,
es una ruina para el país. Tenemos un SMI medio-bajo comparado con el que tienen
los países más desarrollados de la UE, ¿no somos la cuarta economía de la UE,
por qué no podemos tener un SMI igual al de los de arriba?, ¿para nuestros
políticos, los españoles no nos lo merecemos, ellos sí se lo merecen? Quitémonos
la venda de los ojos del fanatismo de partido, no somos hinchas de ninguna
asociación subvencionada y parasita del sistema que mantenemos. Menos aún,
vamos a seguir jaleándoles y aplaudiendo sus acciones contrarias al bienestar
general de la población.
Hay demasiados
medios digitales que hacen posible una intervención directa e inmediata, al
instante si se quiere, para llegar a conocer la opinión de la gente; no hace
falta que el aspirante a presidente de España nos ignore una vez más como acaba
de hacer, se ha reunido con 180 actores de la sociedad civil para conocer lo
que tú, usted, o yo pensamos y requerimos, pues que nos hubiera preguntado, que
hubiera habilitado una sección dentro de algunas de las webs institucionales y
hubiera hecho un anuncio público por televisión, radio y prensa para que todos
los españoles y españolas que hubiéramos querido sugerir o proponer algo, lo hubiéramos
podido hacer. Es fácil, pero tiene que dar cancha a otro ciento de asociaciones
igualmente subvencionadas como son sus partidos políticos, para que ellos
hablasen por nosotros. Somos mayores y adultos, sabemos lo que queremos, vemos
la mierda y la corrupción, vemos la dejadez de funciones, el engaño, y queremos
decidir por nosotros mismos, no necesitamos más interlocutores.
Los que tratan
de agarrar el poder no lo hacen abiertamente porque, en el fondo, nos tienen
miedo, tienen miedo a que se vean obligados a implantar las normas que dicten
los ciudadanos. Ellos quieren seguir dejando las grietas que a ellos les
parezca, para poder eludir la acción de una justicia justa. Ahora no hay
justicia de verdad, hay un símil que celebra juicios y recopila datos
interminablemente, y como puede, hasta que al político le parece bien dejarles
un poco libre, porque ya el juez se verá obligado a archivar el caso por haber
prescrito. Eso no pasaría cuando el pueblo fuera el que dictara las leyes,
tampoco tendrían los privilegios de los que gozan hoy en día, nosotros no
íbamos a permitirles que cobraran ciertas dietas, desplazamientos, sin cumplir
rigurosamente con sus funciones o se dieran, ciertamente, las circunstancias.
Muchos de ellos teniendo vivienda en el lugar de trabajo, por haber venido de
otra provincia, se asignan la dieta para vivienda de 1.800 euros. Tal vez los
salarios de todos estos vividores bajaran, casi seguro que lo harían, si fuésemos
nosotros los que tuviéramos el poder de decidirlo, que es lo que tendría que
ocurrir… somos los que ponemos los dineros para que todo este chiringuito de
los políticos exista y se mantenga en el tiempo.
Es tiempo de
despojar a los políticos del poder que se han otorgado a sí mismos. Es hora de
que la ciudadanía tenga el poder y ellos pasen a ser asalariados con funciones
de gestión, pero no de decisión. Las decisiones serán nuestras, como siempre
debió suceder, no queremos seguir mandados por una minoría que es poco de fiar.
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