La selección ha ganado la Eurocopa, bien, pero sigue el genocidio que comete Israel sin que los dirigentes de otros países muevan un dedo por las vidas que se pierden cada día en esa eliminación del pueblo palestino. Hoy todos botan en España ante el triunfo del grupo de millonarios que corren tras un balón. Que el Presidente del Gobierno y el subvencionado, Felipe, no teniendo nada mejor que hacer, estaban en el palco viendo y festejando el resultado. Que la deuda pública, mientras tanto, crecía imparable. Y que los chiringuitos en forma de fundaciones de ocultación dinero y movimientos extraños o irregulares del mismo, siguen forjándose porque las mascarillas favorecieron abultadas comisiones, que algunos se han repartido y algún gran colchón habrá quedado para el partido, pero dónde está ese dinero. Parece que dos millones aparentemente eran del hermanísimo, ¿No os suena esto como si ya lo hubiéramos vivido antes? ¿Os acordáis del caso del hermano de Alfonso Guerra?
La gente anoche se tiraría a las calles de las ciudades españolas a dar rienda suelta a la euforia por el triunfo de la selección, los medios vibraban con la derrota del conjunto inglés, pero el Peñón no estaba en juego... ¡Qué lástima! Sigue siendo de dominio inglés aunque en nuestra tierra, abajo, en el Sur, y mira que tiene empresas dadas de alta allá, pero las pateras no llegan a esa tierra, nos inundan a nosotros, llegan a las playas andaluzas como el narcotráfico, los inmigrantes entran y la droga también. Lo que no sabemos es si habrá colaboraciones futuras para vender por las ciudades, o si solo vienen, como dicen muchos para vivir del cuento, de la paguita, y prepararse para asaltarnos en el futuro. Lo que sí están haciendo progresivamente, es invadirnos, que ya hay ciudades y zonas españolas con más población inmigrante que autóctona. El negocio de la inmigración es enorme, y como en este país casi nadie verifica las cuentas, ni controla a dónde van a parar los dineros, pues negocio redondo para los que por su posición y cargo público manejan o reparten los dineros, siempre se ha dicho: "El que parte y reparte, se queda con la mejor parte".
Cuando un país es miserablemente conducido porque los que llevan el timón son miserables indecentes, como es nuestro caso, y no por ello quiero decir que con los de enfrente nos irá mejor, porque ya estuvieron y los tejemanejes, negocios turbios, acciones mafiosas y procedimientos corruptos, son los mismos. Decía que cuando un país es llevado de esta forma tan infame, lo único que nos puede ocurrir es que nos estrellemos allá abajo, que nos despeñemos, que caigamos al abismo, al vacío, quizás por ello les dé lo mismo las consecuencias de todo lo que hagan, porque saben que vamos directamente a la catástrofe y sin rumbo. Los responsables tienen nombre y apellidos, también los jueces que miran hacia otro lado ante las barbaridades, el robo y la corrupción de los que han gobernado y gobiernan, u ocupan altos cargos en la Administración Pública, todos colaboradores necesarios, cómplices del desastre de gestión y administración del país. Todos se han acostumbrado a vivir del dinero público, han descubierto el negocio y no se quieren ir, quieren perpetuarse en los sillones de poder, quieren seguir enriqueciéndose a costa del dinero de la ciudadanía. Nos saquean y roban continuamente, impunemente. Como no sucede nada, y todo va tan bien, sigan celebrando el triunfo de la roja.
Seguiremos...
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