En una población alicantina, como saben, no hace mucho un grupo de tres hombres marroquies atacaron a un chico con bates de beisbol y lo dejaron muerto. Previamente, uno de los presuntos autores se introdujo en el coche de la mujer de la víctima con intención de agredirla y la mujer junto con su marido fueron a la guardia civil para ponerlo en su conocimiento, pero como al final no había ocurrido nada, le recomendaron no poner la denuncia porque no iba a llegar a nada. Parece ser que pasados unos días la víctima ve al individuo que se había introducido en el coche de su mujer y se encaran, resultando que el marroquí estaba con otros dos hombres y le dan una paliza con bates metálicos, golpeándole repetidas veces en la cabeza hasta provocar una parada cardiorrespiratoria de la que no se puede reponer y fallece.
Un conocido trata de ayudarle, tratando de reanimarle mientras agonizaba en el suelo y sangraba abundantemente, hasta que llegan los servicios sanitarios y la policía, pero sin poder hacer nada por su vida. Ese conocido también recibe un par de golpes, y desde aquel momento no ha dejado de recibir amenazas de muerte. Los marroquies son apresados, y según ha relatado la prensa, el presunto asesino es liberado tras pasar solo un mes en la cárcel y abonar una fianza de 3.000€, pues el juez ha seguido al pie de la letra el contenido del certificado forense, en el que indica que la causa de la muerte es una parada cardiaca, y no haber dicho que se dio como consecuencia de la paliza brutal que recibió.
La persona liberada, que parece es el presunto asesino, cuanta en su haber con numerosos antecedentes conflictivos, detenciones, y lo dejan libre por las calles, provocando inseguridad y miedo entre la población. Con las políticas actuales, con las leyes vigentes en materia de inmigración, con las sentencias blandas que se producen cuando en los altercados se encuentran inmersas personas venidas del norte de África, sobre todo, se está creando el caos, y como dije antes, el miedo y la inseguridad en las calles de nuestras ciudades. ¿No se dan cuenta las autoridades y los políticos? Este no es el camino, que todo el quiera llegue a España como mejor se le antoje, y siempre sin respetar nuestras leyes, de un modo ilegal, sin un argumento que justifique la acogida o el asilo, procediendo de un país donde no hay conflicto bélico, donde sus vidas no corren peligro, y donde no luchan por conseguir que se pueda vivir mejor en contra de la dictadura de un multimillonario que no gasta lo suficiente en su gente. Ese es su problema y debe ser su lucha, no el motivo para que nosotros suframos una desestabilización debida a la invasión que padecemos actualmente.
Las noticias no dan más información, no sé qué va a suceder a los otros dos apresados, no indican si también fueron liberados, que no es de extrañar, puesto que se centran en el que parece fue el asesino, o sobre el que recargan sus tintas, y el resultado es el que hemos comentado, que ha salido de la cárcel tras cumplir solo un mes de privación de libertad. Personas como esas, peligrosas, que no tienen reparo para asesinar a golpes a otra persona, que son arrestadas con cierta frecuencia, deben ser expulsadas de nuestro país de inmediato. No podemos acoger a delincuentes, ese perfil no nos conviene ni van a colaborar para que España crezca, sino todo lo contrario.
Seguiremos...
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