Imagen: www.abc.es
Como no, me tengo que referir a los de la sangre azul, a los diferentes, a los elegidos, a los subvencionados, a los que tienen una carrera meteórica y ascendente, diferente al resto de los mortales, solo por apellidarse Borbón.
Lo que sucede en este país es una vergüenza y seguimos para bingo, les mandamos a estudiar a los mejores centros educativos del mundo a gastos pagados. Les hacemos pasar por la academia militar fugazmente, y en un cerrar y abrir de ojos ya la tenemos como Alférez, ¡Como el resto de los mortales! Los demás se llevan un año o más como militar profesional, se van tres años a la academia de suboficiales y salen de Sargento, o sea, a las órdenes de la Princesa porque es un escalafón inferior después de tener más experiencia y haber dedicado tres años de su vida a la formación en la academia y anteriormente haber prestado servicios en las fuerzas armadas militares. Además, alcanzar el grado de alférez o se alcanza tras varios años de servicio y promoción: Cabo, Cabo primero, Sargento, Sargento primero, Brigada, Alférez..., o sea, que se ha saltado unos pocos grados, y encima tampoco tiene unos estudios universitarios finalizados, que sería la otra forma, que ha existido toda la vida, de ascender al grado de Alférez.
Hay leyes para el populacho, y otras bien distintas para los que por herencia van trincando puestos regalados, medallas y condecoraciones por el beneplácito de los palmeros de alrededor, y asistencia a muchos actos en su honor como signo de peloteo con la Casa Real. Pero lo peor es que todos los que están ahí arriba, tanto los Borbones, como los altos cargos de la Administración y de la política, que saben las leyes, habilitan otras paralelas para que su baboseo tenga el efecto esperado. Todo ello, sin importarles lo más mínimo la discriminación, la vulneración de la igualdad tan proclamada en la Carta Magna, la queridísima por todos ellos, Ley de la Constitución Española. La que debe asegurar no hacer distinciones o discriminaciones por razón de: raza, ideología, sexo, etc., claro, no dice nada del color de la sangre.
¿Es envidia? -¡NO!, no es envidia, es igualdad de oportunidades. Tienen dos manos y dos piernas, son jóvenes, y dicen algunos que muy bien preparados, pues que trabajen y que les cueste conseguir todo como a los demás. No debemos mantener a nadie si no es porque verdaderamente no tenga lo necesario para subsistir. Por eso duele ver estas injusticias, gente inviolable, dineros que se regalan por la cara, etc.
Seguiremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario