Por fin,
Mariano Rajoy accede a reunirse y dialogar con todas las fuerzas políticas del
país. Le han tenido que dar un tirón de orejas, pero ha accedido y abandonado
aquella primera reacción, unirse solo con el PSOE y formar bloque con él.
Volvía a querer hacer valer el bipartidismo, pero hay quien le ha dicho en su
partido que venía pisando fuerte Cd’s y podría ser contradictorio y poco
rentable, electoralmente hablando, dejarles a un lado.
Por lo tanto,
ayer se reunió con Albert Rivera y posteriormente lo hizo con Pablo Iglesias.
Con el uno ha encontrado el apoyo deseado y frentista contra los
independentistas catalanes. Con el otro ha encontrado el rechazo al pacto tipo
bunker de contención que pretenden formar los defensores de no cambiar ni una
coma de la Constitución española. Pablo Iglesias apuesta por conceder el
derecho a manifestarse en las urnas, por hacer un referéndum porque como se vio
en las últimas votaciones fueron mayoría los que no votaron independencia.
La represión y
el inmovilismo en las posturas, llevan al no dialogo y a la fractura social,
que es el punto donde se encuentra embarrancado el problema. Yo no defiendo a
los unos ni a los otros, personalmente me da igual que sigan o se marchen, es
su opinión, la de los catalanes, pero eso sí, que se ajusten las cuentas desde
que comenzó la transición, beneficien a un lado o al otro. Yo no tengo el
patriotismo exacerbado que ahora muestran muchos porque desean convertirlo en
votos.
Se amparan en
la Constitución, que debiera de ser la herramienta que garantice los derechos
de los ciudadanos, cuando ya en 2012 PP y PSOE la dinamitaron con el famoso
art. 135. En el que por encima de todos los derechos recogidos en la
constitución, la prioridad es pagar la deuda y sus intereses. Si se la han
cargado esos dos partidos, ¿qué quieren ahora?, ¿qué falsa Constitución hay que
defender tan fervientemente?, ¡otro engaño político!
La
preocupación electoral de los de las pulseras con la banderita española, es
convencer a los ciudadanos que ellos son los buenos, los merecedores de sus
votos porque son los defensores de la Constitución. Se les llena la boca al
decirlo, pero no dudaron ni tuvieron la vergüenza de rechazar la imposición de
Europa, saltándose la soberanía nacional que ahora tanto defienden, e
imponiendo el articulo 135 citado. Quieren hacer un frente común, o sea, desean
una posición de fuerza contraria y de choque contra el independentismo. Así se
podrá reprimir más o menos a la gente, pero el problema se enquista y resurgirá
a la primera ocasión que tenga oportunidad. Los problemas se solucionan
dialogando, permitiendo que la gente se exprese. Eso es la democracia, lo que
quiera el pueblo, no cuatro que fueron elegidos y que han hecho lo que les han
salido de las narices, por no decir de otra parte del cuerpo.
Cada día
compruebo que nuestros políticos no conocen lo que es democracia, por eso tuvo
que decretarse la Ley Mordaza, hacerse trampa con la absurda e injusta Ley
electoral española, tiene que existir la prescripción de delitos, las pensiones
vitalicias, los indultos, la corrupción o la asignación a dedos de cargos
públicos y no por méritos en oposición libre. ¡Todo es una gran mentira!