En la NASA
están como locos, porque dicen haber descubierto agua en la superficie de
Marte. Todas las miradas y toda la atención están puestas en Marte, el Planeta
rojo y desértico, ya aquí en la Tierra no tenemos mejores cosas de las que
preocuparnos. Mientras esto se conocía públicamente, también nos enterábamos de
una nueva matanza en el colegio comunitario de Roseburg, Oregón, EEUU. Un
tiroteo en el que asesinan a diez personas. El asesino un joven de veintiséis años,
le preguntaba a sus victimas por la religión que profesaban y después les
disparaba. Tras los hechos, el Presidente Obama volvió a cuestionar si habría
que hacer algo para prohibir el uso de las armas, pero ya saben: “Con la
Asociación del Rifle, ha topado”.
Para mandar
una nave al Planeta rojo, dicen que hay que desarrollar nuevas tecnologías e
invertir mucho dinero. El mundo aquejado de este engaño llamado crisis, que nos
obliga a todos a ser más austeros y donde también se recorta en servicios
sociales, se cierran empresas, se rescatan bancos con el dinero de los
ciudadanos, se paran las inversiones públicas. No obstante, algunos hacen
números para conocer cuánto habría que gastar para la nueva aventura espacial.
¡Vamos a arreglar, primero, los problemas de aquí! Después habrá tiempo para
jugar a Indiana Jones.
Algunos
piensan que Marte sería el mejor Planeta para acogernos. La mente de algunos ya
está imaginando la mudanza a ese Planeta, mientras que no sabemos ni nos
ponemos de acuerdo en la forma de solucionar el éxodo de inmigrantes y
refugiados que nos están llegando de Oriente. Gente que huye de las adversas
condiciones de vida de sus países de origen. Los continuos bombardeos,
asesinatos y terrorismo, están haciendo que las poblaciones huyan en desbandada
hacia Europa. Un problema de terror alimentado por muchos de esos países
soñadores de una carrera espacial ilusoria. Muchos de ellos no dejan de vender
armas a un bando y a otro para que se maten entre sí. ¿Comenzarán la
destrucción de Marte, vendiendo armas allí?
El viaje es
largo, dicen que dura aproximadamente unos seis meses y se necesita una
grandiosa macro inversión. Mientras tanto, la destrucción del Planeta Tierra continúa
su rumbo, que no es voluntario, sino impuesto por las malas prácticas de los
humanos. La humanidad se va a pique tras el Planeta, si sigue actuando tan
insensatamente y tan cruelmente. Esta aventura a Marte puede ser el sueño de
unos pocos, pero como su palabra dice, es un sueño, y los sueños son para los
que están dormidos. Aquí tenemos problemas reales, todos ellos solucionables,
pero hace falta que la humanidad tome conciencia de lo qué está haciendo y
modifique su conducta.
Los “exclusivos”
están reventando este Planeta, le están explotando en todos los sentidos
imaginables. Están acabando con él y, su proyecto desde hace años, es tener
preparados otro suelo en los que poder aterrizar, para comenzar de nuevo su
aventura de poder. ¡Menos soñar y más responsabilidad! Yo le diría a los
Gobiernos que se centrasen en los problemas de la humanidad, “que bajaran de
las nubes”, que pongan los pies en el suelo y que dejen de preocuparse de lo
que hay fuera de la Tierra. Que dejen de invertir dinero en investigaciones de
este tipo, que hacen falta recursos para solucionar los problemas reales de la
gente.
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