Ayer emitieron
el encuentro de Albert Rivera y Pablo Iglesias en el programa Salvado. Un
programa que llevaban anunciando toda la semana, pero que no ha sido para
tanto. Ha estado bien, sobretodo Albert Rivera. A Pablo Iglesias lo veo en
horas bajas. Vuelve a ser más espíritu de lucha o corazón, pero no puede callar
la boca, o aclarar lo suficiente cómo acometerá las reformas, o de dónde va a
sacar el dinero para solucionar ciertos temas que defiende.
Desde la
aparición de PODEMOS he sido votante de ellos y, en gran parte, le debemos la
fragmentación de la alternancia PP, PSOE. No obstante, parece haber quedado
encallado. Llevan demasiado tiempo preguntando a la gente de PODEMOS sobre sus
medidas económicas, y cuando reciben estás preguntas, hasta su Secretario
General suele escapar como mejor puede. No termina de convencerme el momento
actual de la formación, porque no pone sobre la mesa las propuestas concretas y
los pasos que piensan dar para conseguirlas.
El líder de
CIUDADANOS me ofreció mejores sensaciones. Dudaba menos, llevaba las cosas bien
aprendidas, manejaba una información más coherente. Pablo se le vio dubitativo
y expectante de las respuestas que diera Rivera, para subirse o no al carro.
Para mí, en
este momento, Albert Rivera, es algo menos combativo, pero en líneas generales,
le veo más sólido y mejor posicionado. Creo que está respaldado por un mejor
equipo y le valen los años de experiencia política en Cataluña.
Lo ideal sería
que aunaran fuerzas e ideologías ambos, más Alberto Garzón; creo que entonces
si que se le daría el vuelco al anquilosado sistema blindado político español.
Sé, que pido demasiado, pero como expresarse es libre, digo lo que siento. Un
pacto CIUDADANOS, PODEMOS y AHORA EN COMÚN, es lo que me gustaría, lo cual
sería un gran susto tanto para PP, como para PSOE.
Seguramente no
lo veamos porque los egos salgan a pasear y lo impidan. Desde luego el más
humilde de los tres es Alberto Garzón y no solo porque esté en peor situación
electoral, sino porque se le ve que es así de respetuoso y noble, ¡lástima que
no esté arriba! Rivera es correcto, aunque viniendo para arriba, a ver cómo
termina. No sabemos si lo dominará o será dominado por las alturas. Y,
lamentablemente, veo a Pablo un tanto chulesco o sobrado, cuando lo que hace
últimamente es repetir lo de siempre, ¿se acabó la ilusión?
En definitiva,
vi más brillante a Rivera. A Iglesias le vi al remolque de Rivera. Dijo lo de
siempre y cuando es cuestionado sobre las formas de obtener sus propuestas, cae
una y otra vez en los mismos argumentos idealistas sin fundamentos contables y económicos.
A mi me gustaría conocer qué quiere hacer y cómo va a proceder para conseguirlo.
Es necesario que den a conocer un estudio exhaustivo, de posibles
repercusiones, de cifras y de objetivos.
Cualquiera con
corazón puede crear un proyecto idealizado estupendísimo, pero tenemos que
saber cómo se puede llegar a conseguir y que repercusiones, a todos los niveles,
tendrá para los ciudadanos.
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