¿Al que roba,
le gusta que le roben? ¿Al que asesina, le gusta que le asesinen o asesinen a
los suyos? ¿Lo que usted obliga hacer a otros, es lo que le gustaría que le
obligaran hacer a usted? ¿Las condiciones laborales que usted ofrece a los
demás, son las condiciones que desea para usted?
Estoy seguro
de que la respuesta, en cada caso, sería negativa. Usted no quiere que le
roben, ni que le asesinen, ni que le obliguen a hacer cosas que no quiere hacer,
o tener unas condiciones laborales
malas.
Usted quiere
vivir bien y en paz. Lo mismo desea para su familia. ¿Por qué no desearlo para
el resto de las personas? Revise sus actos, haga lo mismo con sus pensamientos
y modere. Tiene la obligación de estar atento/a, de ser reflexivo/a. Tiene que
vivir con respeto hacia sus semejantes. No podemos vivir castigando a nuestro prójimo.
Ofrece amor, y así, todos hacia todos. Veréis que la existencia se convierte en
otra cosa bien distinta.
Aprecia sinceramente
a todas las personas. Dialoga con todo el mundo. Solventa las diferencias que
existan entre vosotros. Hazte más flexible y tolerante. Trata de comprender a
los demás. Márcate un camino, una ruta que transites con alegría, amor y
respeto. Cierra los círculos abiertos, los asuntos pendientes. Negocia para que
puedan ganar las dos partes, siempre que sea posible. Al menos, que se
perjudiquen ambas partes lo menos posible, si no puede ser otro el final.
Respeta desde
los pequeños actos y será más fácil hacerlo en los grandes asuntos. Cuida los
pequeños detalles. Trata de ser lo más impecable que te puedas permitir. Si
puedes, hazlo todo con amor. Ahí hay una clave importante para que todo cambie
a nuestro alrededor, y se propague hasta Dios sabe dónde.
Dosifica tus
impulsos. Apacigua tus deseos. Calma tu mente y tu palabra. Guarda más
silencio. Observa más. Relájate cuanto puedas. Establece tu orden de
prioridades. Atrévete a actuar. Ten mucha paciencia. Exige lo justo. Valora
objetivamente. Intenta hacer el bien siempre.
Puedes modelar
tu personalidad para estar más acorde con quien eres en realidad. Hay
demasiadas cosas aprendidas que no son tú. Tú eres algo diferente, la energía
inteligente de vida que eres. Eso eres en lo más esencial. Y esa energía,
además de energía es amor e inteligencia. Posee el gozo, la felicidad y la
plenitud, añadidos a la energía, al amor y a la inteligencia. Lo incorpora todo
en el mismo pack. ¿No merece la pena situarse en él, vivir desde ahí?
Lo más inmediato,
si te interesa la oferta, es que veas lo que se aleja en ti de lo que has
leído. Te convenzas de que quieres y necesitas cambiar algo en ti. Y comiences
por modificar pequeños detalles cuando haces algo. Estar convencidos de que tiene
que ser de esa otra forma y sentir que con ello estás mejor, es un primer paso
coherente para alcanzar el cambio. Modificamos lo de fuera, para que cambie lo
de dentro. Es posible si se persevera y la atención no decae. Seguro que lo vas
a conseguir.
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