Hay tanta
información que no se me ocurre más que hacer un collage. Hay puntos calientes
como el próximo Oriente, donde los bombardeos de Francia, Rusia y EEUU sobre
posiciones, supuestamente de terroristas islámicos, siguen matando civiles inocentes,
o como fue el caso hace una semana que EEUU erró el tiro y bombardeo un
hospital matando a nueve médicos de la organización Médicos sin fronteras. Turquía
denuncia que aviones rusos sobrevuelan sus cielos, sin tener permiso para hacerlo.
La OTAN se prepara para defender los derechos de Turquía y si no se maneja la
situación con diplomacia, cualquiera sabe cuáles podrán ser las consecuencias.
Ayer se
interrumpió el servicio de trenes de alta velocidad en Cataluña debido a un
sabotaje. Alguien cortó la fibra óptica en varios puntos, logrando el caos en
las comunicaciones, lo que provocó un gran colapso en las estaciones de trenes,
y que miles de personas no pudieran realizar el viaje programado. Por supuesto,
nadie llegó a tiempo a sus destinos y RENFE dice que no se hace responsable más
que de devolver el importe de los billetes, pero de ninguna indemnización porque
ella no es culpable de lo ocurrido. Los que no son culpables son los pasajeros,
de eso si estoy seguro.
El Ministro
Soria, con respecto al caso de fraude en los motores de Volkswagen, solo sabe
decir que están en constante comunicación con el fabricante. De pedir
responsabilidades ni habla ni quiere saber nada. Alberga la esperanza de que no
se tuerza el plan de inversiones de Volkswagen en España. Algo que no era difícil
deducir desde el mismo momento que se supo la noticia, cuando EEUU dijo le iba
a imponer una multa de dieciocho mil millones de dólares. Yo en cuanto escuché
esto, dije adiós a las inversiones en expansión. Peor aún, cuando la solución
es atender a todos los usuarios y normalizarles los vehículos, pues el gasto
para Volkswagen se incrementa. No había que ser una lumbrera para llegar a esa
conclusión, pero el único que no se da cuenta es nuestro Ministro de Industria
y Turismo.
En Cataluña,
además del caos ferroviario, tenemos el caos político entre Junts pel Sí y CUP.
CUP exige que el proceso independentista se comience de inmediato y pide
respuestas a: cómo, dónde y cuándo. Al mismo tiempo, no apoya la investidura de
Artur Mas de ninguna manera, prefieren a Romeva para el puesto de Presidente de
la Generalitat. CUP no ha engañado, va totalmente de frente y alzando la
bandera de la independencia, ni la esconde ni la ha dejado en casa. Exigen la
desobediencia civil frente a las disposiciones del Tribunal Constitucional. Van
a por todas y la van a liar.
Europa
descubre que España ha maquillado alguna cifra de este año para simular que el déficit
se ha cumplido y advierte de que tampoco España va a cumplir con el déficit del
año próximo. Ante tales expectativas, piden que se incrementen las medidas de
austeridad y recortes. Europa se ha cabreado con la bajada del IRPF que Rajoy
ha realizado recientemente como medida preelectoral. Por todo ello, Europa
anuncia que el año que viene no vamos a crecer el porcentaje previsto por el
Gobierno español. Así que nos espera un año en el que vamos a tener que volver
a hacerles nuevos agujeros al cinturón. ¿Dónde estaba la bonanza, que tanto han
aireado los del PP?
Para cerrar la
caja sorpresa del optimismo, llegan los empresarios y dicen por boca del Presidente
de la CEOE, que hay que bajar los salarios y que hay que seguir abaratando los
despidos, etc., todas, medidas encausadas hacia la libertad para contratar en
las condiciones que ellos quieran y hacia el despido libre, sin costo alguno
para los empresarios. Mientras tanto, los sindicatos subvencionados no dicen ni
“mú”.
Concluyendo
este breve collage, diré que estamos al borde de una tercera guerra mundial
diplomática, porque espero que no llegue a ser armamentística.
Que los que
ofrecen servicios de transportes hacen como los niños, ¡yo no he sido, yo no
tengo la culpa! ¿Las vías son mías?, ¿yo tengo algo que ver con las
infraestructuras necesarias para que vayan los trenes?, ¿Soy yo el responsable
de la seguridad?, seguramente digan, como es de costumbre, que el responsable
es el conductor del tren.
Con el caso
Volkswagen vemos que los que mandan aplican la impunidad a la que están
acostumbrados, que les duele poco lo que no es suyo o padecen directamente
ellos y, que una vez más, no saben estar en su sitio, pero si que saben agachar
la cabeza y poner el culo.
Cataluña
tendrá que celebrar elecciones si no ceden posiciones los de Junts Pel Sí y los
de la CUP. Alcanzar la independencia con la rigidez de las leyes actuales, será
un proceso doloroso para todos.
Y el final, “es
un gustazo”, porque los tiempos que llegan auguran más de lo mismo, austeridad
y recortes, así como peores condiciones laborales debido a que los empresarios
están en la orilla del río, con las cañas en la mano, en alerta y queriendo
sacar partido de las aguas revueltas, así como de la permisividad del Gobierno
para con ellos.
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