Acabo de ver
la carrera de moto GP del Gran Premio de Malasia. Como todos los que la hayan
visto, hemos podido disfrutar de un enfrentamiento brutal entre Marquez y
Rossi. Catorce adelantamientos en las primeras ocho vueltas, hasta que Marquez
se ha ido al suelo ayudado por la acción antideportiva de Rossi. Justo en el
que sería el quince adelantamiento entre ambos, Rossi se empareja con Marquez y
suelta su pierna izquierda contra el brazo o el puño derecho de Marquez
produciendo la caída de este. La acción es clara, el gesto de la pierna y el
impacto de la misma con Marquez no dejan alguna duda. Lo cierto es que Rossi
termina la carrera en la tercera posición, mientras que Marquez se tuvo que
retirar.
El director de
carrera anuncia una investigación, que no se haría antes de finalizar la
carrera. Tampoco se ha manifestado antes de la celebración del Podio, por lo
que Rossi ha festejado su tercer puesto con la recogida correspondiente de su
trofeo.
No creo
adecuado que la dirección de carrera no se haya pronunciado con anterioridad a
la celebración del Podio, pues tendría que haber subido otro piloto, el que
acabó en cuarta posición, sería lo justo. Otros hablan de que seguramente le
penalizarán con algunos segundos, término que, igualmente, considero inadecuado,
pues la acción antideportiva ha terminado con la carrera del que ha sufrido la
agresión. Por tanto, Rossi tendría que ser penalizado sin poder puntuar en esta
carrera del Gran Premio de Malasia.
Supongo que
dentro de un rato dictaminarán la sanción que crean adecuada, pero que desde el
momento que le han permitido a Rossi festejar su tercer puesto, me reitero,
para mí la penalización no será la que tendría que haber sido. Hasta el deporte
está mediatizado por intereses, que pueden justificar lo que no tiene
justificación alguna. Una agresión es una agresión y, en ningún caso, se puede
considerar lance de carrera o cosa por el estilo. Tampoco deben pesar los nueve
campeonatos del mundo de Rossi, porque, precisamente, esa basta experiencia no
debe ser utilizada para jugar sucio.
Si alguien
deja sin competir a un rival haciendo uso de malas artes, como es el caso, la
clasificación de ese alguien debe quedar anulada. De lo contrario, volvemos a
ver que no hay justicia en el deporte. Y que a veces no gana el mejor, sino el
que sabe servirse de la marrullería con el apoyo de la organización.
Rossi es un
extraordinario piloto y un excelente campeón, como lo demuestran sus nueve títulos,
por eso no tiene que caer en estos chanchullos. Él tiene calidad suficiente
para ganar a casi cualquier piloto de la parrilla de moto GP, sin necesidad de
subterfugios embarazosos. Pero en esta ocasión él lo sabe. Él sabe lo que ha
hecho con su pierna izquierda. Él sabe lo que se le pasó por la cabeza cuando
se puso paralelo a Marquez. Y todos los telespectadores lo hemos podido ver en
cada repetición.
Solo nos queda
conocer lo que decidan las autoridades de las carreras, lo que hemos visto ya
lo sabemos, y lo que desconocemos son los criterios y los intereses de esos
señores.
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