Ayer tuvimos
la macro redada en Valencia, en pleno seno del PP. De nuevo el bandolerismo
golpea al Partido Popular y a su gente, y es tan frecuente en estos últimos
tiempo, que le hace a uno pensar, irremediablemente, que estos han venido a
forrarse.
Lo lamentable
de estos casos de corrupción es que siempre pagamos los mismos, los ciudadanos,
los que solo pusimos nuestros votos, dándole nuestra confianza a gente que nos
traicionan. Cada caso de estos avala grandes cantidades de dinero público que
se han malversado. Son adjudicaciones a las que se han inflado los costes para
que devenguen comisiones para la gente del partido, y en algunas ocasiones para
la financiación del partido mismo.
Lo interpreto
como una expoliación de lo público, es como el que inspecciona ilegalmente un
lugar de interés arqueológico y se lleva lo que se encuentre. Pero, aún, la
corrupción es peor, es un daño más directo a la población española, les
empobrece cobardemente haciéndose valer de las personas que ostentan cargos
públicos. En esta ocasión, han caído veinticuatro personas involucradas en
saqueos a la Comunidad valenciana. Posiblemente, conforme avancen las
investigaciones caerán muchos más, y los que de momento no lo han hecho es
porque están aforados, como: Rita Barberá.
Como se oyen
algunas voces: “no es que haya alguna manzana podrida en el cesto, es que es un
cesto de manzanas podridas”. Eso está resultando la legislatura de estos cuatro
últimos años del PP. Son gente que han entrado en política, ex profeso, para
delinquir. Nos lo demuestran en cada Ayuntamiento, en cada departamento de la
Administración que sea investigado por los agentes de la UDEF. El fraude fiscal, las comisiones,
el blanqueo de dinero, las empresas pantallas o los paraísos fiscales, surgen
de inmediato apenas se les investiga. En esta legislatura se ha hecho una
gestión catastrófica, se ha producido un abandono de funciones que es bestial,
se ha aprovechado el estado de animo de la población, contagiado del pesimismo
provocado por la crisis, para saquear las Instituciones a plena luz del día.
Estamos peor
de lo que deberíamos estar, y somos más pobres de lo que deberíamos ser, o
estamos más endeudados como país, porque nuestros representantes políticos se
han organizado en tramas criminales, para llevarse los dineros a espuertas. La
crisis habrá hecho lo suyo, pero los actores políticos han terminado de
dejarnos en paños menores. Ellos pasan cuatro años por aquí y después se
retiran millonarios, a base de pelotazos que vamos a pagar entre todos. Cuando
el político roba, nos roba directamente de nuestros bolsillos, pues la
Administración no tiene nada que no sea desembolsado por todos nosotros; así
que todo esto es demasiado serio como para que sigan gobernando manzanas
podridas. Este panorama no es una lucha de colores, a ver quién ensucia más la
imagen del otro. Esto es algo más crítico, es muy grave lo que está ocurriendo
en España. Los casos de corrupción se suceden, los delincuentes siguen por la
calle, las penas son de risa, los dineros siguen perdidos por los paraísos
fiscales, esperando a que los infractores salgan de prisión. No se exige la
devolución de los mismos. El partido del “desgobierno” pone palos en las ruedas
de la justicia, no atiende las peticiones de los jueces, rompe los discos duros
imprescindibles para una investigación que les afecta. Paga las reformas de sus
sedes con dinero negro y siguen “desgobernando”. Aquí no hay quien diga nada.
No hay una ley prevista para echarles de la poltrona y siguen robando por toda
la geografía del país. ¿Dónde está la transparencia que tanto pregona?
No hay comentarios:
Publicar un comentario