Últimamente,
la gente solo habla de estabilidad, pero es que no sé a qué se refieren, ¿les
ha parecido a ustedes que la última legislatura ha sido estable?, ¿consideran
estable que el Gobierno imponga cada viernes un decreto por sorpresa, que casi
siempre representa para los ciudadanos la pérdida de algún derecho?, ¿es eso
estabilidad?
Los últimos
cuatro años han sido los más convulsos que he conocido en mi vida. No han
ocurrido más cosas, ni han brotado más casos de corrupción, porque no ha habido
tiempo material para ello. Los funcionarios han perdido las pagas
extraordinarias. Los salarios de los ciudadanos han sufrido varios recortes en
los cuatro años. Las pensiones están casi congeladas. La luz ha subido un ochenta
por ciento. Ha habido cincuenta subida de impuestos. El país se ha salpicado de
corruptos en toda su geografía. El mismo partido del Gobierno se ha demostrado
que llevaba una contabilidad “B” o que pagaba las reformas de su sede con
dinero negro, o sea, que está y opera fuera de la legalidad. ¿A esto le llaman
algunos tener estabilidad?, y si es así, para quién es la estabilidad, porque
para los ciudadanos no lo es.
La gente llama
estabilidad a que no cambien las cosas. La gente tiene miedo al cambio, es eso
lo que sucede. Y para que las cosas sean diferentes o resulten distintas, hay
que hacer o actuar de otro modo. Así se alcanzarán nuevos objetivos. El
inmovilismo representa aquello que es incapaz de progresar, porque está
estancado y limitado. Europa nos tiene encorsetados y endeudados, porque aún no
hemos tenido un Gobierno capaz de crear un proyecto de país autosuficiente. En
la lucha por el poder, y en la vanidad de decir: “hemos ganado las elecciones”
se les van toda la fuerza. Necesitamos nuevos actores que comprendan lo que
realmente está sucediendo en este país. No podemos seguir arrodillados a los
pies de los inversores, debemos ser capaces de generar por nosotros mismos.
Tenemos que industrializarnos y hacernos una potencia productiva, tecnológica e
investigadora. Mientras no lleguen los que entiendan esto, viviremos por encima
de nuestras posibilidades como país.
Dependiente de
los inversores no se puede vivir, porque el negocio de esta gente está
deshumanizado y arrasarán con todo lo que obstaculice el buen desarrollo
propio, de ellos, su enriquecimiento y obtención de los beneficios que proyectan
obtener. Esto lo tenemos que tener claro desde ya. La solución no es que nos
dejen dinero y nos endeudemos, como hasta ahora. Ya han visto que con el “Gobierno
de la estabilidad” la deuda ha alcanzado casi el cien por cien del PIB. Cuando
empezaron a gobernar era del sesenta y ocho por ciento. No se puede seguir
llevando al país gastando más de lo que se genera, hay que ajustar los costes,
y como venimos viendo ha habido una cantidad tal de casos de corrupción, que
cada uno de ellos ha supuesto miles de millones de euros gastados de más en
sobrecostes de adjudicaciones, comisiones y saqueos a pelo de ciertos individuos
que no se explica para qué han entrado en la función pública. Bueno, ahora lo
sabemos, para enriquecerse a costa de todos nosotros. ¿Esta es la estabilidad
que quieren y propugnan muchos?
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