Ahora sí,
definitivamente le hemos dado carpetazo al 2015, ya todo lo vivido en ese año
es historia, historia reciente, pero al fin y al cabo, historia. Volvemos a
tener otros 365 días para hacer algo diferente, si no nos gustó lo que hicimos,
o cómo nos fue el 2015.
De nuevo
nuestro ingenio y atrevimiento marcarán la pauta, para hacer cosas distintas
que nos proporcionen otros resultados. He ahí unas de las claves: actuar de un
modo diferente para que las cosas sean de otro modo en este 2016.
Por lo pronto,
se me vienen a la cabeza los miles de refugiados en tierra de nadie, y digo en
tierra de nadie, porque nadie, ningún país, se quiere hacer cargo de ellos.
¿Qué ocurre con esa gente? Han de estar muriendo de frío, de hambre, o
enfermando. Ya sé que estaréis pensando que solo acaba de comenzar el año y que
no nos vamos a amargar, pero cómo podemos abandonar y dar la espalda a toda esa
gente que huye de su país, horrorizada por el estado de guerra y terrorismo.
Las botellas
de champán se han descorchado, las copas se han alzado y los brindis se han pronunciado.
La música ha sonado, los fuegos artificiales los cielos han surcado. Todos se han divertido en total
despreocupación de aquellos a los que la vida no les ha sonreído. El tiempo
pasa y debemos tomar conciencia de lo que sucede en el mundo. Hay que
solidarizarse con los que menos tienen, o con los que sufren algún tipo de
desgracia, ¡que vienen tiempos difíciles! No nos hemos comportado bien con el
Planeta, y lo estamos viendo, las catástrofes se suceden, vean si no, la
cantidad de incendios o de inundaciones, las sequias de unas zonas del mundo y
la anegación de otras partes. Más nos vale unirnos y dejarnos de peleas fanáticas.
Más nos vale modificar nuestra forma de estar en este Planeta, o la humanidad
comenzará a enfermar y a morir.
Ya hay
ciudades donde el aire que respiran sus ciudadanos es enfermizo y nocivo,
tóxico en una palabra. El hombre dispone de tecnología suficiente para que no
se sigan emitiendo gases que polucionan a destajo, pero ha optado por el dinero
que produce el consumo de combustibles derivados del petróleo. Los Gobiernos
prefieren recaudar formidables cantidades de dinero, proveniente de los impuestos
con los que se gravan los litros de combustibles.
Los intereses
monetarios de una minoría de la población mundial, que por otro lado son los
dueños de grandes fortunas, se resisten a ganar menos o a frenar, siquiera, la
inercia creciente de sus ganancias. A cambio, no les importa lo más mínimo que
el aire sea irrespirable, que el resto de la población se empobrezca, que haya
una parte pasando hambre, otra parte guerreando, otra atentando, etc. Ellos
solo entienden de inversiones y sacar tajada de la miseria y de la destrucción,
porque son ellos y sus empresas las que primero ayudan al desastre, para
posteriormente reconstruir. Venden armas que destruyen, y venden reconstrucción,
negocio redondo, el dinero entra de cualquier forma y manera.
Espero que
este 2016 sirva para que se nos abra la mente y veamos la realidad de lo que
hacemos. De este modo tomaremos conciencia, que es la única manera que conozco
de cambiar y evolucionar. FELIZ AÑO NUEVO A TODOS.
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