¿Dónde se ha
quedado el Felipe González que luchaba en la clandestinidad contra el
franquismo?, ¿qué ha quedado de él? Ahora, se nos muestra un Felipe González,
que es menos de izquierda, y que es menos obrero. Vemos a un Felipe González
que anima a Pedro Sánchez para que se abstenga y de paso a que gobierne Mariano
Rajoy, ¿esto de qué va?, yo me he perdido, lo prometo.
Las puertas
giratorias, entrar en los consejos de administración de las multinacionales o
asesorar a millonarios como Carlos Slim, te hace olvidar de dónde vienes o
quién eres. Felipe González, al contrario que el resto de los currantes españoles,
no se ha enterado de nada porque su status se lo ha impedido. Ser millonario le
ha evitado estar afectado por las políticas austeras y de recortes que hemos
vivido estos últimos cuatro años. Esto le ha hecho que no vea con malos ojos a
la derecha española, tanto es así, que ahora tiende o péndula hacia el centro
derecha. Entremezclarse en demasía con los del IBEX 35 tiene esas cosas, que
debas defender lo que a ellos les viene bien, así que propugna la misma
estabilidad de corrupción que hemos tenido en esta última legislatura.
El defensor de
la integración de España en la comunidad europea, es el mismo responsable de las
políticas que entre 1982 y 1995 dieron pie a todo lo que desde entonces ha ido
sucediendo. Comenzaron las privatizaciones bajo el gobierno de Felipe González,
como: SEAT, ENASA, ENDESA, REPSOL, ARGENTARIA o TELEFONICA. Algunas de ellas se
privatizaron en parte y Aznar se encargó del resto. Abrió las puertas a los
inversores extranjeros, provocando que estos influenciaran directamente en el
ejecutivo del país.
Basta con leer
el Informe Petras, que se puede
encontrar en Internet, para darnos cuenta de que no todas las políticas eran tan
socialistas, ni tan obreras, ni tan españolas. Además de comenzar las
privatizaciones a las que me he referido y al dominio de ese capital externo
sobre nuestras políticas, poco a poco, germinaba en el tiempo la precariedad en
el trabajo, conduciendo el mercado laboral hacia la temporalidad y las bajadas
de los salarios.
Se comenzó a
legislar por decreto ley, excluyendo al colectivo social, empobreciendo la
democracia y la participación de los ciudadanos en los cambios que afectan al
país. Todo ello, produjo un distanciamiento progresivo entre Estado y
ciudadanos, que ha ido representando la pérdida de derechos legítimamente
conseguidos por la gente.
Tal como
avanzaban las políticas de Felipe González, los mercados (los grupos
inversores) tenían un papel más protagonista, y se fue exigiendo mayor
subordinación a los movimientos sociales. Se ha valido de fomentar entre la
población el miedo y la inseguridad, haciéndoles creer que su lucha por los
derechos significaba desestabilización para el país. De esta forma, la clase
política se ha ido haciendo más autoritaria, al mismo tiempo que ha derivado
hacia el enriquecimiento personal y la corrupción desenfrenada, convirtiéndolo
en un mal endémico del sistema político.
Felipe
González fue forjando un modelo productivo basado en los servicios: Banca,
especulación, bienes inmobiliarios y turismo. Todo ello en detrimento de la
industria, la ganadería, la agricultura, la pesca o la minería. Ha basado
nuestra economía en los dineros, que tan alegremente, se fueron recibiendo de
Europa, sin prever que esto ha ido incrementando la deuda y los intereses a los
que hemos tenido, y seguimos, haciendo frente.
Como mencioné
antes, Felipe González, también es responsable de la deriva laboral hacia la
precariedad. El encontró una situación diferente, en la que quien tuviera
trabajo y no saboteara las normas de la empresa, seguiría en la misma empresa hasta
que se jubilara. Sin embargo, las políticas fueron propiciando que las
generaciones venideras fueran teniendo un status social peor al que tuvieron
sus padres, mayor incertidumbre e inseguridad en el trabajo, lo que ha ido
provocando que los jóvenes no puedan proyectar su futuro, que no abandonen el
hogar familiar, o que tengan baja autoestima. Todo esto se ha ido macerando a
lo largo de los años, porque las políticas aplicadas o impuestas desde los
Gobiernos de Felipe González hasta nuestros días, han tratado de ajustarse a un
modelo neoliberal que ha reemplazado al Estado de bienestar. Dando lugar a una
sociedad más estratificada, creando una mayor brecha social entre ricos y
pobres, a la vez que ha ido desapareciendo la clase media.
El índice de
desempleo se ha ido incrementando, progresivamente, conforme nos hemos ido
incorporando más plenamente en la U.E. No comprendo dónde ha estado la ventaja
de que el PSOE de Felipe González comenzara esta andadura, pues, simultáneamente,
se incrementaban las adquisiciones de empresas españolas por parte de capital
extranjero.
Esto es un
pequeño extracto del informe que mencioné al principio del escrito, y que creo
que es de interés para todos. Así podremos enterarnos que todos los políticos
en este país han remado en las aguas del neoliberalismo, más encarnizadamente o
menos, pero sin dejar de hacerlo por el bien del poder monetario, los grupos
inversores, la banca o los empresarios. Todos, desde el principio cayeron en
las redes de la seducción por las alturas y el lujo, sin el menor pudor por los
principios que estaban asentando, aunque ello perjudicara o deteriora,
progresivamente, el bienestar general de los españoles, como así ha sido.
¿Qué ha sido de “Isidoro”, aquel joven abogado
de Dos Hermanas?
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