Hoy comienza
el rally Paris-Dakar. Ayer destituyen al entrenador del Real Madrid. Se celebra
haber vendido un millón de vehículos nuevos en 2015. Los partidos políticos
pelean por posicionarse en el poder. Artur Mas se agarra al asiento y no quiere
soltarlo. Torneos de tenis millonarios por el mundo. Competiciones de coches y
de motos. Campeonatos de baloncesto. Sueldos descomunales para algunos
deportistas, políticos y empresarios. Lista Forbes. Anuncios de algunas
empresas de beneficios indecentes. Precariedad laboral. Familias sin ingresos.
Países que no respetan la libertad de opinión y cortan cabezas. Países que
hacen negocios y son amigos de aquellos otros países que matan a los que no
piensan como ellos.
Cumbres para
el cambio climático en las que se celebra no haberse comprometido en nada.
Partidos que son los más votados sin haber cumplido nada de su programa
electoral. Partidos que gobiernan estando fuera de la ley. Delincuentes con
influencias que no hay quien los sienten en los banquillos. Comisiones
millonarias que van a parar a cuentas en paraísos fiscales. Una justicia que
condena al robagallinas, pero que nunca condena al empresario corruptor, al
banquero o al político.
Refugiados que
se mueren de hambre y frío, metidos en barro hasta las rodillas, detrás de una
alambrada con la que le prohíben continuar su camino. Países que dicen
comprometerse en acoger a un número de refugiados y no lo hace. Países que se
dedican a empobrecer y endeudar a otros países, para vivir de los intereses de
sus préstamos y someter la soberanía de aquellos. Gobernantes que hacen negocio
en vez de gestionar de una manera correcta y justa lo que es de todos.
Estas son
algunas de las cosas con las que vivimos, que nos son familiares porque sabemos
de ellas a diario. Pero que son una indecencia, propia de gentes indecentes,
inhumanas, prepotentes y arrogantes. Egoístas y sin corazón. La balanza está
totalmente desequilibrada y muestra un mundo de locura. ¡Estamos loco! Millones
de euros dando vueltas, gastados en cosas superfluas y sin importancia como las
mencionadas antes: competiciones deportivas, compra de voluntades, malversación
y corrupción. Por otro lado, gente sin ingresos, pueblos muriendo, contaminación
bestial, sacrificio de personas, asesinatos y dictaduras con las que no importa
hacer negocios. Instituciones que no funcionan a favor de los ciudadanos sino
para someterlos.
Un mundo de
intereses contrario al estado natural del ser humano. Un conjunto de
organizaciones, que son millares de personas mantenidas por todos nosotros,
para que se concedan el privilegio de hacer de comisionistas, abandonando sus
funciones públicas. Un mundo que premia al delincuente y al avaricioso. Unas
leyes que les protegen. Un mundo que se apresuró en diferenciar a sus
ciudadanos por clases sociales. Un mundo que se empeñó en hacer creer que los
seres humanos somos diferentes los unos de los otros. Un mundo que permite la
incultura para manejar a la gente. Un mundo que hace del desempleo un medio
para que los empresarios tengan el poder en la negociación laboral. Pero decir
un mundo, es una forma de expresarme, el mundo somos nosotros las personas.
Nosotros estamos alimentando y manteniendo estos desequilibrios, como reflejo
de la mente de algunos, que no se paran a ver, que no han comprendido nada, que
no han crecido nada, que son escoria humana y hacen un mundo a su imagen y
semejanza. ¿Usted quiere un mundo así?
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