Hoy quisiera
compartir con vosotros una práctica que hace mucho bien y saca más provecho al
tiempo libre. La he descubierto hace unas semanas y estoy muy contento con
ella. Siempre he leído libros y el contacto con las hojas, con el papel, hasta
hace poco creía que era algo irreemplazable, pero el día de reyes mi esposa me
regaló un ebook, que me está resultando de una comodidad extrema. Leo mucho más
que antes y, ahí va lo que he descubierto: Caminar leyendo en tu ebook.
Sencillamente un placer, un gustazo y un aprovechamiento soberbio de tu tiempo.
Sales a
caminar, enciendes tu ebook y pasan los cientos de metros sin que te des cuenta
de las longitudes y del tiempo transcurrido. Me canso menos, voy distraído y
disfruto más del paseo. Si tienes una buena compañía no estamos hablando nada,
pues no hay más fascinante placer que el de caminar acompañado y manteniendo
una entretenida y edificante conversación. Pero a todos nos sucede que hay
algunos días que nuestro acompañante de paseos no puede salir o tiene que
atender otros asuntos. Ese es el día idóneo para sacar el ebook a pasear, te
aseguro que lo vas a pasar genial.
Llamémosle,
por ejemplo: Lectura dinámica. Yo estoy encantado, había llegado a tener una
sensación esos días en los que no encontraba acompañante para el paseo, que me
aburría o me cansaba más, pero esta “lectura dinámica” me pone las pilas, voy
fabulosamente, me gusta, me hace sentir bien, voy despreocupado y, a la vez,
concentrado. No me molesta el entorno, un día fui capaz de estar leyendo más de
media hora a pie de carretera, en la misma puerta del Corte Inglés de Nervión,
en Sevilla, una zona de abundante tráfico, sentado en la parada de autobús
mientras esperaba a una persona con la que había quedado allí, con absoluta tranquilidad.
La lectura
como sabéis es ir a un ritmo más lento, ralentiza, relaja, pues si lo aplicas a
los paseos, te resultará súper divertido y placentero. ¡Te lo recomiendo!
Además, en lugar de estar horas sentados leyendo, puedes cambiarlo por estar
horas andando relajado/a, ¡saldrás ganando!
Algunos te
dirán, como a mí, que te vas a golpear con algún poste o señal de tráfico, pero
no hay por qué. A mí no me ha sucedido, se puede ir perfectamente consciente de
la lectura y del camino, pues tu campo de visión es mayor que la superficie que
ocupa el ebook. Ves por los lados la acera y los obstáculos, amplías el grado
de concentración, lees que es lo que te gusta y haces ejercicio en lugar de
estar sentado/a. Acostumbrarse a practicar la lectura en movimiento es un
beneficio espectacular, al menos así lo entiendo en este mes de práctica, ¡una
gozada!
En definitiva,
nunca creí que dejar de pasar las páginas de papel del libro me enamoraría como
lo ha hecho mi ebook. Además, me gusta caminar, y he conseguido el “dos en uno”,
camino y leo. Que tengo que esperar en una consulta, en una tienda, o a
alguien, no hay nerviosismo, hay lectura.
Si lo practica
alguna vez, no dejes de contarme qué te ha parecido. ¡Espero que te llene! Ya
nos veremos por cualquier calle, ebook en mano y un pasito tras otro.
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