Hoy me apetece
hablar de la consulta de muñequitos, la titulo así porque lo que ha hecho
el PSOE con sus militantes no se merece otro nombre. Primero se hace el guiso,
y posteriormente se le pide a sus seguidores si aprueban que se haga el guiso,
y para colmo de los colmos, no es vinculante, ¡venga ya!
¡Qué respeto
es ese! Por qué no se ha acordado un pacto, sin llegar a firmarlo, se le ha
dado a conocer a todos sus militantes y, solo entonces, se le somete a
aprobación por parte de la militancia. Esto sería lo lógico y lo respetuoso,
pero la consulta de muñequitos que ha realizado el PSOE es una farsa más de las
muchas que efectúan los políticos en su lucha por los sillones. Ha sido una
burda manipulación de sus seguidores, hacer como que cuentan con ellos, al
mismo tiempo que no sirve para nada la consulta, por eso tengo que decirlo una
vez más: ha sido una consulta de muñequitos. Los militantes, que me perdonen,
pero prestarse al juego de ser movidos como marionetas de guiñol, tiene lo
suyo.
Vuelvo a
reiterar que si se cuenta con los militantes para algo más de que paguen una
cuota mensual para el partido, o para que le jaleen a uno en los mítines, se
tiene que consultar con todas las de la ley, y eso significa que las consultas
han de ser vinculantes para que el partido decida. El partido no solo son los
viejos del lugar, la cúpula, los diez que están chupando bien de la teta del
erario público, el partido son todos los socialistas, todos los que se pasan la
vida defendiendo unas ideas, propagándolas entre sus círculos próximos,
sintiendo esa sociedad soñada por la que luchan. Y todo eso no puede ser
ninguneado como lo ha hecho Pedro Sánchez. No se puede traicionar a su gente
como lo acaba de hacer con la farsa de la consulta no vinculante, ¡eso no es
serio! porque el pescado estaba ya vendido. Hay que ser valiente, hay que
ultimar la negociación, y cuando se está a punto de firmar, hay que parar para
conocer si su militancia lo aprueba. Supongamos que hubiera salido un rotundo “no”,
lo que hubiera resultado de no prestarse la gente a actuar como muñequitos,
¿qué hubiera sucedido? Nada, ya se sabía de antemano, ¿para qué se somete a
aprobación algo que no tiene rectificación posible? Ya estaba todo hecho,
acordado y firmado. La política sigue siendo una gran mentira y así no vamos a
ningún lado. Esta es la antesala de: “os vamos a volver a engañar”, de momento
han engañado a sus militantes. De momento, les han molestado para nada que no
sea enturbiar la gestión política del partido, o para enfadar a los más
sensatos.
Supongo que la
consulta solo se ha circunscrito a su militancia y no al resto de españoles
porque no se pueden hacer referéndums en España, pues siguiendo la línea
argumental de muchos, como en el hipotético caso de salir adelante ese acuerdo
nos afectaría a todos los españoles, deberíamos votar todos en la consulta. ¿No
tiene un cierto paralelismo con el 9N?, aquellos querían hacer una consulta.
Además, en el caso probable de un referéndum en Cataluña, muchos españoles
dicen que tienen que hablar ellos también, pues en la consulta de aprobación de
un programa para ordenar la vida de los españoles, creo que todos deberíamos
haber sido consultados. Aunque visto lo visto, ¿para qué vamos a convertirnos
todos en muñequitos?
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