Han debido dar vía libre, porque esta mañana la radio abría con las palabras de Sánchez, "el rarito", y ahora aclararé por qué le llamo así, sobre los problemas de la inmigración ilegal. Me acabo de levantar y mientras recojo la cocina, pongo la radio, como cada día y me he quedado estupefacto con Sánchez, que ayer acordó con Mauritania que acogeríamos a 250.000 de los suyos, y hoy dice que sobra inmigración, que está creando problemas de desestabilización y que se va a deportar a todos aquellos inmigrantes que hayan entrado de un modo ilegal... ¡pues ya tiene trabajo que hacer!, por el coladero que hemos sido con su consentimiento.
Por fin se ha dado cuenta que no se puede tener la puerta abierta para que todo el que quiera entre y se nos aparque en las calles, pandillee y haga todo cuanto le plazca, hasta tratar de dirigir la vida y costumbres de los españoles. Ya hemos visto lo que viene sucediendo en otros países, que les da por rezar a una hora punta en medio de la calzada de una gran avenida y paralizan todo el tráfico, o rodean una catedral porque tratan de protestar e impedir que se desarrollen otros cultos religiosos, o critican continuamente nuestra forma de vestir, la de nuestras mujeres, el consumo de televisión, de redes sociales, beber alcohol, o comer carne de cerdo. Individuos que se ponen delante de un coche, o de varios coches o autobuses, en plena calzada, en pasos de peatones, totalmente quietos y desafiantes, sin permitir que los vehículos circulen. Eso sin querer mencionar o dar demasiado bombo a los repetidos atracos a transeúntes, las amenazas a civiles y policía con machetes y cuchillos, las agresiones y muertes cometidas por inmigrantes ilegales, el acuerdo de la prensa y demás medios de desinformación y manipulación masivos de no difundir la nacionalidad de los autores de los delitos, o las violaciones, en buen número, cometidas por esas personas que minusvaloran nuestras vidas o formas de vivir.
Ahora, sí, Pedro dice que el tema de la inmigración ilegal hay que atajarlo, pero viniendo de Sánchez es un cuchillo de doble filo, ya nos tiene acostumbrado a decir y proclamar a los cuatro vientos, todo lo contrario de lo que posteriormente hace. Es un consuelo a medias, que no me lo creeré hasta que no vea que da la orden a los cuerpos de seguridad para que no sigan llegando de cualquier modo, para que lo impidan, para que dejen a esos que llegan sin avisar, sin documentación, sin permisos, etc., al otro lado de la frontera. No lo creeré hasta que no se esté patrullando continuamente nuestras costas, tanto por policía como por militares, afortunadamente no estamos en guerra "directa" con nadie, y nuestros militares debieran tener funciones diarias de protección y cuidado de nuestras fronteras, en lugar de pasar el día completo dentro de los acuartelamientos. Debemos ponernos muy serio con este asunto y hacer cumplir las leyes españolas, e impedir que puedan acceder todos aquellos que quieran y del modo que prefieran. La inmigración ha de venir conforme la necesitemos y la solicitemos por necesidad de nuestro país, de forma ordenada y regulada. Es diferente que se acojan personas que soliciten asilo por razones de que sus vidas estén en peligro por los motivos que sean, pero es que lo que está llegando no reúne esas condiciones, desembarca un montón de jóvenes, bien físicamente, bien psíquicamente, con alegría, casi como si estuvieran de fiesta, vestidos con material deportivo de primera, móviles y listos para deambular por nuestras calles. Ese coste no podemos asumirlo como se viene haciendo, nos falta trabajo para los que somos de aquí, como país estamos endeudados más allá de lo que podemos pagar, cómo vamos a hacernos cargo de más bocas que alimentar y de todos los derechos que nos van a exigir en cuanto les demos papeles.
Seguiremos...
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