Se habla de modificar la ley en materia electoral, pero a nadie parece importar que se haga o no, a nadie parece interesar que no haya más fraude electoral, que se vote con las cartas bocarriba, identificando DNI y partido votado, con expedición de un justificante o comprobante para poder reclamar posteriormente si se hubieran alterado los resultados y, por supuesto, publicando al final las listas con DNI y voto emitido. Es así de sencillo, pero nadie se hace eco de ello, lo he publicado en varias ocasiones, en ninguna red social hay voces en ese sentido, no interesa la transparencia, prefieren la rencilla, la pelea por el poder, la trampa y el engaño a la población.
Las redes sociales subsisten del enfrentamiento de los de un bando contra los del otro bando, principalmente. Entras, y media red es de los palmeros del PSOE, y la otra media, casi, es de los palmeros del PP. Es pura monotonía, y así día a día, a ver quién mantiene el circo por más tiempo, a ver quién defiende la burrada más indefendible porque es de los suyos. La corrupción y mala gestión siempre es del contrario y los platos siguen volando por encima de nuestras cabezas durante todo el tiempo que le dediques a distraerte, a protestar, o a buscar un poco de sensatez o a proporcionarla en ciertas cuestiones.
Es necesario que los que ostenten el poder en un país, no sean los que controlen la empresa que va a realizar el escrutinio final de unas elecciones, porque presuntamente se manipulan los algoritmos del software, y se obtienen los resultados deseados. Por supuesto, engañando a la población, desviando los resultados de los verdaderos, imponiendo su dictadura hasta en el día de la "democracia", según algunos la quieren llamar, otros ya sabemos que no la hay nunca, que estamos en constante régimen dictatorial protagonizado por unos señores que diciendo que son nuestros representantes, solo se representan a ellos mismos para hacer negocios turbios, para conseguir comisiones, dinero sobrante de compras abultadas, adjudicaciones por las que abonan dos o tres veces el valor de su proyecto y un saqueo continuo de lo público en beneficio propio.
A pesar de lo dicho, que es una realidad, gobierno tras gobierno, la gente se vuelve forofa de tal o cual partido, de tal signo, color o bandera, pierden la cordura ante cualquier discusión que les acuse de lo que han hecho, aunque después lo amañen con la justicia y sus casos de corrupción se disuelvan como azucarillo en agua. No por ello, podremos decir que eran inocentes, las pruebas se pierden, las roban, desaparecen incluso de los despachos de los jueces, de la custodia de los juzgados, de la casa de los delincuentes, se machacan discos duros para que no se descubran las pruebas del delito, se alargan los procedimientos hasta que los delitos prescriben, o el juez decide que las pruebas obtenidas, claras, evidentes, no son válidas porque se obtuvieron sin consentimiento del delincuente, sin pararse a estudiar el contenido de las mismas. Así no vamos a ningún lado y todo el terreno de juego se nos inunda de mangantes y gente peligrosa que gobierna en contra de los intereses de los ciudadanos.
Seguiremos...
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