Hoy día 6 de diciembre muchos celebran no tener que ir a trabajar, tener un día más de descanso, y otros muchos celebrarán que un día de 1978 los partidos políticos firmaran una ley por la que tener sujeto al pueblo español, sí, has leído bien, tener sujeto, ningunear y ejercer todo el poder por parte de los partidos políticos y las diferentes Instituciones, sobre los españoles. Ustedes perdonen, no es mi voluntad ofender a nadie, pero es mi opinión personal tras ver los resultados de la partitocracia derivada de aquel acuerdo entre partidos, de la forma en que ejercen su poder grandilocuente, y de los exclusivos privilegios que como consecuencia han venido percibiendo ciertos personajes que se alzaron a los lugares más destacados del poder en el país. Para mí, solo ha sido la pantomima, el guion, que ha dado carta blanca a los políticos corruptos, y otras personalidades que han hecho de nuestros dineros lo que les ha parecido y convenido durante años. Hemos alimentado a cientos, si no miles, de golfos y golfas durante los casi cincuenta años de trampa parlamentaria con monarquía incluida de extranjis, para evitar que se votara en referéndum aparte, porque como dijo el expresidente, y ya fallecido, Suarez, no saldría adelante. Todo lo que hacen los políticos es un juego a favor de ellos, de sus amigos, de sus familiares, otras veces ha sido a favor de banqueros, de ciertos empresarios, de miles de políticos y de autoridades corrompidas, esto ha sido la democracia.
Una vez fallecido Franco, no es que el panorama estuviera tan negro como para tener otra guerra civil al día siguiente, ¡NO!, sino que había que amarrar al personal. Había que buscar la formula de tenerlo todo bajo control, y todo es referido a la población, las posibles protestas, las peticiones de la gente, los dineros, el club de la élite, el chiringuito que entre todos sostenemos para que unos pocos saquen tajada de él. Había que nombrar en un artículo de la Constitución, que la soberanía emana del pueblo y que íbamos a vivir en democracia, en su democracia, en la que solo ellos tienen la voz cantante, así como los clubes externos a España, por eso hubo que cambiar ciertos artículos para satisfacer deseos ajenos a los ciudadanos españoles, como fue el decreto veloz que dio prioridad al pago de la deuda sobre todos los demás asuntos de interés para el pueblo español. Una Constitución que nace injusta, desde el momento que reconoce que el rey puede hacer lo que le plazca porque le considera inviolable, en un texto en el que nos dice que todos los españoles serán iguales ante la ley, menos ese señor, ¿No es español el rey? ¿Por qué ese derecho de "pernada", de cometer cuantos delitos le dé la gana, y de corrupción?
Es un mal día para los indignados, para la gente decente, porque un tropel de vividores se han valido de la Constitución para mangar cuanto han querido. Resultando muchos de ellos, casi todos, impunes por la gracia de Dios y la inactividad de la justicia frente a semejantes sabandijas de lo público, auténticos psicópatas en cuanto a tramar cómo llevarse y malversar o despilfarrar cuanto más dinero público, mejor. La Constitución se ha de modificar para acabar con el cuento de los políticos, autoridades malvadas, gentes subvencionadas, inacción de las instituciones, y el abuso de poder de muchos cargos públicos, que dejaron de mirar a la cara a los ciudadanos, que dejaron de atenderles, como hemos visto recientemente en las inundaciones de las localidades valencianas, como vimos con el volcán de La Palma, y como todavía parece que colea el terremoto de Lorca. Para los asuntos urgentes y primordiales para la gente no hay dinero, para los caprichos y los vicios, hay todo el que el Gobierno quiere que haya. Tienen la hucha, tienen el grifo de la financiación y los dineros van para su tráfico de influencia con banqueros, empresarios, fundaciones, asociaciones y países vecinos. También para la gran invasión a la que nos someten los políticos españoles, besando las zapatillas del Rey de Marruecos y jodiendo al resto de la población española, desestabilizándola, creando malestar, violencia, delincuencia y ruina. Hay dinero para todo esto, no para los españoles trabajadores y decentes. Están pudriendo el país a posta, tal vez, para posteriormente venderlo en ocasión o liquidación. Eso lo hacen los que defienden la Constitución, esos amorales, indecentes y medio corruptos políticos que nos parasitan desde sus escaños. ¡Adiós a La Constitución de esa gentuza, y demos la bienvenida a un nuevo texto que empodere de una vez a los ciudadanos españoles frente a los indeseables que quieren servirse de su poder, del nombre España, y de todos los españoles!
Seguiremos...
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