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Comprendo que con los mimbres que tenemos, difícilmente se logrará tener una sociedad en la que el dinero no exista, pero no podrán dejar de reconocer que el dinero es uno, si no el más, principal motivo de la discordia e infelicidad en el mundo. Todo se mueve por dinero, a la gente nos someten por el dinero, los intereses se apartan del bienestar de la gente para procurar el enriquecimiento de unos pocos. Se explota gente, se asesina gente, se compra voluntades de personas, hay otras cosas buenas que se hacen con el dinero, pero casi siempre se marca la diferencia entre los que tienen mucho y los que tienen poco, habría que ponerse de acuerdo para cambiar el sistema por otro en el que no exista el dinero. Ellos, los ricos, no lo harán, lo tenemos que hacer nosotros, que somos mayoría, es por ello que urge que nos pongamos de acuerdo todos los habitantes de la tierra, sin contar con los ricos, muy ricos, los poderosos que mueven los hilos de la política y las normas mundiales.
No es la primera vez que escribo al respecto, es algo que me da vueltas y no me deja tranquilo, sé que es el gran problema de casi todo: roban porque sacarán un beneficio monetario, se corrompen porque sacarán un beneficio monetario, trafican de todo porque sacarán un beneficio monetario. Se prestan a matar por encargo porque sacarán un beneficio monetario, se engaña o estafa a otros porque sacarán un beneficio monetario. Se inducen conflictos bélicos porque sacarán un beneficio monetario, se destruye porque sacarán un beneficio monetario. Los políticos luchan por alcanzar el poder porque sacarán un beneficio monetario, las empresas compiten porque sacarán un beneficio monetario. Unas personas explotan o venden a otras porque sacarán un beneficio monetario, se propaga el vicio porque sacarán un beneficio monetario, etc. Todo lo peor que nos podamos pensar, sucede porque sacarán un beneficio monetario. Si el dinero dejara de existir y tener valor, solo nos queda colaborar con el sistema social, industrial, comercial, empresarial, sin costo alguno para nadie, organizados, justificando nuestra colaboración para poder acceder a todo lo que se venda y se consuma con sensatez. Evitando la producción de productos lujosos e innecesarios, normalizando la producción de todo, y solo pensando en satisfacer las necesidades de las personas, de las familias, en base a sus ocupaciones y necesidades. Toda la industria, los comercios y las diferentes profesiones al servicio de la gente. Un órgano central solo para hacer posible el reparto por igual y la atención a todas las personas en tiempo y en forma. Cada uno sigue haciendo como hasta ahora, y tan solo hace falta reinventar ciertas profesiones creadas en la actualidad con fines de competencia o publicidad, que ya no harían falta. Esos profesionales pasarían a colaborar en otras áreas útiles para prestar el servicio que necesitásemos.
Nadie, o pocos, pensamos en esta forma de organizarnos para poner fin a las diferencias, al abuso, al robo, a la corrupción, a la explotación y al desvío, en definitiva, del objetivo primordial de ser felices y tener tiempo libre para hacer lo que nos plazca. Con la colaboración de todos sin límite de edad, en tareas posibles a las condiciones físicas y mentales de cada persona, es posible seguir siendo útiles con pequeñas o cortas colaboraciones con el sistema que nos lo devuelve todo, y sentir felicidad por ello. La gente está tan programada en lo que nos han puesto por delante, que o bien no ven más allá, o simplemente no le dan una vueltecita al asunto. No solo hay el plato que nos han servido, hay muchas otras formas de organizarnos como sociedad y como humanidad, pero estamos anclados en la que interesa a unos pocos, que son los que sacan el mayor beneficio de como están las cosas. Comprendo que propongo un cambio radical, pero otros lo hacen constantemente, o lo han hecho, cuando modificaron las normas e introdujeron la globalización, por ejemplo.
Seguiremos...
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