Yo no escucho al rey, el rey no tiene nada que decirme, yo no valoro de un modo especial la persona del rey ni a la Casa Real, son ciudadanos como los demás, solo que algunos pelotas les han concedido un trato especial, unas condiciones de privilegios contrarias a la ley, pues que sepamos dice que todos los españoles seremos iguales ante la ley, pero no es cierto, los hay con privilegios como los citados, o los políticos.
Yo no escucho a un rey que está metido de extranjis en la vida española y en la Constitución, y nunca fue votado. Un rey que no decide y debe estar a las ordenes del gobierno de turno. Un jefe de los ejércitos, que no pudo dar ordenes a los mismos para que fueran a ayudar y salvar vidas desde el minuto uno a Valencia. Un rey, por tanto, que se presta al papel de marioneta del gobierno con tal de llevarse toda la vida subvencionado, él y toda su descendencia, porque el resto de la familia ya lo está.
En todo esto del mensaje del rey por Navidad, o la visita de los reyes a la zona de la catástrofe valenciana, a las muertes de tales o cuales ciudadanos, o a los homenajes a tal o cual personaje, celebraciones de premios de diversa índole, etc., no hay más que apariencia, postureo, no digo que no tengan sus sentimientos, pero el que sabemos se mantiene en el tiempo es el de la distancia con la sociedad, el de llevar un plan de vida imposible para el resto de los ciudadanos, el de los privilegios, el de hacer lo que le plazca sin que se le pueda pedir cuentas, etc.
Todo esto de la gobernabilidad, los políticos, las Instituciones, las Autonomías, los dedazos para todo, el tráfico de influencia, las comisiones y demás mamandurrias acompañadas de las correspondientes fechorías, es un gran chiringuito que no hace más que saquear continuamente a los españoles. Hay secuestro de la justicia, se le priva de recursos suficientes y de libertad de actuación, y la impunidad de los sinvergüenzas es el denominador común de la gran mayoría de procesos que se inician, pero no acaban. Las trabas que se plantean a los jueces y fiscales son bestiales, la anulación de pruebas o desaparición de las mismas, sino la prescripción, y cuando no ha sido suficiente para garantizar la impunidad, se cometen errores burocráticos para dejar sin efectos los procesos judiciales, ¿Por qué no se subsana el error y se prosigue con el juicio de los delitos? Porque los delitos existieron y los autores de los mismos, también.
No solo hace falta auditar y depurar todos los tentáculos del chiringuito, sino que hace falta adelgazar de enchufados drásticamente la Administración Pública, así como empezar a exigir la devolución de todo el dinero que nos han robado a los españoles desde que Franco se hizo con el mando de España, y posteriormente los de la transición idearon el chiringuito. Se ha malversado, derrochado y robado lo más grande, y el rey de todo esto no se pronuncia, pasa, por eso yo paso del rey y de toda la caterva de políticos filibusteros.
Seguiremos...
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