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¡Ojalá mañana al despertar sepamos que todas las guerras finalizaron, que todos los combatientes de cualquier bando se pidieron disculpas por la aberración de sus actos, y se abrazaron! Después de esto ya podríamos desearnos feliz Navidad, pero es que aún queda mucho por solventar, por ejemplo: el hambre en el mundo, y no se va a reparar mandando más camiones de comida, sino enviando maquinaria, equipo humano para formar a las personas de aquellas latitudes donde este problema es más severo. Hay que hacer pozos, hay que servir semillas, hay que ayudarles en este sentido: formando y aportando lo necesario para su independencia, para que puedan generar sus alimentos, y eso les valdrá para el futuro. Hecho eso, ¿es ahora cuando podemos felicitarnos? ¡No, aún no! Debemos sanear muchas cuestiones mundiales, y cada país en su interior, como se suele decir de puertas hacia dentro. Hay personas en todos los países del mundo que debiendo y queriendo trabajar para alcanzar unos ingresos que les permitan vivir dignamente, no pueden hacerlo. Todos los países han de reinventarse para que haya puestos de trabajos para todos, y si el neoliberalismo capitalista no los genera, han de ser las Administraciones las que los hagan. Pero no queremos votos cautivos por los puestos de trabajo dados a dedo, queremos que la Administración, una vez facilite a los empresarios las condiciones más beneficiosas para crear puestos de trabajo y no lo hagan, los supla la Administración pública, que somos nosotros mismos, con nuestros dineros, luchando para tener trabajo e ingresos, incluso haciendo la competencia a la industria privada, si fuese necesario. Antes está la gente, la ciudadanía y sus necesidades prioritarias, después deben estar los negocios privados y todos los chiringuitos del capitalismo, que muchas veces se muestra y manifiesta de un modo tan salvaje y despiadado con el ser humano. Ahora sí, ¿no? ¿Nos podemos felicitar ahora? Pues va a ser que todavía no, hay asuntos de poder, de sumisión, de abuso, de usura contra la población que deben ser resueltos. Los políticos vendieron muchas compañías que siendo estratégicas y que nacieron como empresas públicas como son las de la luz, el agua, o los combustibles, se han privatizado, las han puesto en manos de amigos, se han convertido en nidos del nepotismo más descarado, sus consejos de administración se llenan de ex ministros y ex políticos de todo tipo con salarios millonarios, y ya no importa subir descontroladamente los precios de sus servicios, de sus abastecimientos.
¡Feliz ....! ¡No!, aún no podemos alegrarnos así como así, La ley electoral es injusta y tendenciosa, los gobiernos manejan los algoritmos y nos timan con los resultados de las elecciones, las leyes, en muchas ocasiones son absurdas, y en otras imperfectas, dejan grietas abiertas para que algunos delincuentes, sobre todo, los de cuello blanco, resulten impunes cuando cometen delitos de corrupción, malversación, blanqueo de dinero, estafa al fisco y al resto de los españoles, etc. La clase política se ha de pasar de nuevo por los colegios y universidades, no se formaron en las materias que debieron, pero es que allá en esos centros no se aprende o se adquiere la humanidad que les falta a todos ellos. Es necesario, que se implemente en toda la etapa escolar y universitaria la asignatura de hacernos personas humanas, con actividades que acrecienten nuestras conciencias, que nos hagan seres honestos, responsables, y humanos. Hay formas, pero no quiere repetirme más, las tradiciones más antiguas hicieron cientos de prácticas que dirigían a sus practicantes hacia el camino correcto. Con la calidad de personas que aspiran a conseguir poder y dinero, en lugar de bienestar general de toda la población, y progreso de nuestro país, así cada uno con sus países, compitiendo y no colaborando, no se alcanzará nunca la meta de la armonía, de la paz y del amor.
Cuando el dinero deje de desplazar a las personas, cuando las personas sean el centro de todo en nuestras sociedades, cuando se consiga el trabajo para todos, los mejores salarios, los mejores precios, el mayor respeto, cuando las cualidades negativas de algunas personas sean rebasadas por las mejores, entonces estaremos en condiciones de alegrarnos infinitamente, el gozo será indescriptible y la situación mundial será de hermandad, la humanidad habrá triunfado, la maldad habrá fracasado. Ese será el momento de felicitarnos.
Seguiremos...
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